El presidente del Cacereño, Félix Campo, se reunirá próximamente con los ultras del club para que los incidentes de los últimos meses no se repitan y no supongan a la entidad más daños económicos. El club ha pagado ya 1.200 euros (200.000 pesetas) por dos multas en los encuentros ante el Málaga B, en la liguilla, y el Xerez, en Copa del Rey, a lo que habría que añadir otros 300 y el cierre del estadio por las piedras lanzadas ante el Extremadura en Liga.

Pero el Cacereño no se centrará sólo en sus hinchas radicales, que por otra parte no han sido los únicos que han provocado incidentes. Al contacto entre Campo y los jóvenes del Escuadrón Verdiblanco se une una investigación interna por sucesos como el ocurrido también el día del Extremadura, en el que una botella --de plástico-- fue lanzada al palco.

Mientras tanto, el recurso ante el Juez Unico del Comité de Competición por la clausura del Príncipe Felipe se enviará hoy a Madrid. El Cacereño, como ya advirtió el presidente en este diario ayer y ratificó el abogado, Basilio Hermoso, se basará en el "principio de proporcionalidad" para intentar dejar sin efecto la sanción, y para ello se adjuntará un dossier con lo sucedido en partidos como el del Viso ante el Málaga B, saldado sólo con multa. Se da por hecho que se concederá la suspensión cautelar y que el partido ante el Ceuta se jugará el domingo en Cáceres.

De otro lado, el meta Pedro Muñoz, que saldrá del Cacereño en los próximos días, tiene dos opciones: el Zamora, del grupo I de Segunda B, y el Díter Zafra, que entrena Angel Marcos.