El Cacereño aún tiene esperanzas de que juegue su capitán, Sergio, expulsado por doble tarjeta en Navalmoral de la Mata el pasado sábado, después de que el club recurriera ante el comité a lo largo del día de ayer. El equipo que entrena Angel Alcázar encara este encuentro sin presión añadida y con la vista puesta en conseguir tres puntos que se adivinan casi definitivos para el futuro del campeonato liguero. Ganar para los locales significaría tener a su máximo oponente cinco puntos por debajo, más el coeficiente. Incluso un empate podría ser considerado como un resultado no negativo, ya que se conservaría el liderato del grupo. J. M. O.