El Cacereño tiene una misión esta tarde (18.30 horas) en el Príncipe Felipe: remontar el 1-0 de la ida con el que llega a su favor del Socuéllamos. El premio no es baladí: el pase a la final de las eliminatorias de ascenso a Segunda División B, categoría a la que se pretende volver dos años después de perderla en un desdichado cruce ante el Linares.

Durante la semana ha sido una constante, dentro y fuera de la estructura de club: se puede lograr. En el CPC ‘creen’ en el objetivo porque los visitantes solamente tienen un gol de renta y porque los locales cuentan a favor el calor de su afición y la reminiscencia al segundo tiempo realizado en el Paquito Giménez, en el que los extremeños fueron mejores que los manchegos.

Desde dentro se ha apelado a la obviedad de que hay que arriesgar para alcanzar la meta. Evidentemente tiene que ser así, se piensa en la plantilla y en la propia afición. Habrá que ver si el entrenador, Ximo Mas, se decide al fin a jugar con extremos, pero por lo visto esta semana en los entrenamientos parece evidente que se cumplirá por lo que todos claman: dar la titularidad a Fran Viñuela y hasta puede que a otro futbolista de banda, David López. Con ellos el equipo ha demostrado más profundidad.

La gran duda será ver si Carlao reaparece. El futbolista pacense ha entrado definitivamente en el grupo esta semana y puede estar listo para salir. Su experiencia se espera fundamental en este encuentro si es que se confirma su retorno.

Será un encuentro con prolegómenos canteranos (se presentará a los más pequeños), lo que le dará más colorido a la grada. Se espera que el partido sea presenciado por más seguidores que el de hace un par de semanas ante el Churra, cuando se rondaron los 2.000 seguidores. De Socuéllamos llegan dos autobuses y otro más desde Aceituna, la localidad natal de Kike Domínguez, uno de los extremos del cuadro manchego. En total, se esperan unos 300 aficionados del ‘Socu’.

El equipo verde se ha conjurado para culminar el éxito de eliminar a su rival y volver a soñar con algo grande. Pero para ello deberá marcar, algo que últimamente le cuesta, y mucho.