Será a partir de las 13.00 horas en el estadio Príncipe Felipe. Sin embargo, no hay muchos invitados a la cita, ya que el listado de accionistas del Cacereño es muy escaso. La sociedad anónima deportiva que maneja a la entidad deportiva celebra una junta general hoy con sólo dos puntos en el orden del día: el nombramiento de auditores y los clásicos ruegos y preguntas.

En principio no parece que vaya a discutirse nada decisivo para el futuro de la entidad. El nombramiento de auditores es un simple paso protocolario para la gestión interna del capital social.

CURIOSIDADES Otras asambleas de este tipo han tenido muy escasa presencia de aficionados, ya que cuando el club se constituyó en SAD apenas hubo diversificación en la venta de los títulos. Un aspecto sumamente curioso de la configuración del accionariado es que el presidente, Félix Campo, sólo posee a su nombre un título, mientras que es su vicepresidente económico y absoluto hombre de confianza, Patricio Castaño, el que ostenta la representación de nada menos que 4.304 acciones de las 4.400 de las que se compone la sociedad. Empleados como Ignacio Aguinaga y numerosos familiares de Campo poseen también su pedacito del Cacereño, mientras que son pocas las personas de la propia ciudad las que intervinieron en la reconversión.

Para poder acceder a la junta de hoy hay que tener la representación de al menos ocho acciones. Cada una de ellas costó en su momento cien euros.