«Los siete puntos de ventaja ya los tuvimos, pero también los perdimos. Por lo tanto, no podemos confiarnos y tenemos que seguir trabajando con humildad». El mensaje-reflexión pública lo protagoniza el director general del Cacereño, Rafael Rojas, que esgrime la prudencia como filosofía competitiva del equipo de cara a los 11 partidos que restan de aquí a la finalización de la liga regular.

La consolidación del liderato del CPC ha dado paso a las llamadas a la ausencia de euforia. Y el dato que recordaba Rojas es el que más se ha manejado en las últimas horas en el club y en el vestuario. El propio Adolfo Muñoz, técnico verde, pudo haber hablado así a los suyos en la habitual charla post-partido y el inicio de una semana con el Calamonte en el horizonte.

«Hemos de tener la misma humildad ahora que durante lo que llevamos de temporada. Tenemos que estar más concentrados que nunca. Queda mucho. Es cierto que la ventaja es importante, pero quedan 33 puntos aún. Si nos relajamos, no solamente el Badajoz, sino el Coria, que también está ahí (en este caso a 10 puntos) te pueden sorprender». El director general verde, ayer de relativo relax en su Córdoba natal pero con el problema de las camisetas de Jerez presente durante toda la jornada, hacía también esa lectura en la que avisaba.

Y el dato es cierto: la primera vez que el Cacereño estuvo siete puntos por delante del Badajoz fue justamente tras el 2-0 de la primera vuelta. Después, los de Agustín Izquierdo han ido recortando hasta incluso superar a los verdes y colocarse primeros en la tabla.

Sin embargo, el mes de febrero, el que se consideraba como clave en el campeonato, ha salido redondo: tanto CPC como Coria han hecho pleno, con cuatro triunfos consecutivos, en tanto que el Badajoz no ha logrado ni uno solo y su balance le ha relegado, contra todo pronóstico, con tres empates y una derrota (3 puntos de 12).

Lo malo

En el Cacereño la felicidad es casi absoluta en las últimas horas, aunque lo negativo sigue siendo el problema del delantero Martins Diop. El punta tiene afectado el ligamento lateral interno de una rodilla y, aunque el esguince es leve, al menos estará un mes fuera de juego. Tampoco estuvo ayer en el entreno Santi Polo, aunque no se espera que sus problemas físicos derivados de un pinzamiento en la espalda le impidan volver el domingo ante el Calamonte. De cualquier forma, el excelente partido realizado por el joven gaditano Pablo Molina ha acreditado que el lateral moralo tiene un relevo de garantías.

Especial satisfacción ha producido la confirmación de la recuperación definitiva de Fran Minaya, que jugó unos minutos en Jerez de los Caballeros. El exterior zurdo se había perdido los cinco partidos anteriores. Además, por segundo encuentro consecutivo participó del triunfo el centrocampista catalán Nando González, éste ausente durante más de tres largos meses.

El director general del Cacereño expresó, mientras, la buena integración de los tres futbolistas que llegaron en el mercado invernal y que venían «como sustitutos de gente que se había ido, no como refuerzos». Son los casos del defensa Abdul, el exterior zurdo Miki Ruiz y el delantero Gerard Artigas. En este sentido, dijo que todo ello ha ayudado a cohesionar defintivamente el grupo y a ayudar al trabajo del entrenador. Los resultados están ahí, desde luego, piensan en la entidad verde.