Sigue mirando en los clubs que tiene cerca el Cacereño para engordar su plantilla de efectivos. En medio de numerosas gestiones porque la planificación va con retraso se han cerrado en los últimos días las contrataciones los centrales Dani Ollero (Arroyo) y Juanjo Polo (Amanecer) y el centrocampista Javi González, capitán del Diocesano de la División de Honor juvenil la pasada campaña.

Dentro de las restricciones económicas con las que trabajan el nuevo técnico, José María Rebollo, y sus colaboradores, está siendo casi obligado tirar de jugadores de Cáceres y alrededores. Ollero y Polo acompañarán a un defensa mucho más experimentado como Mansilla en el eje de la zaga.

Mientras tanto, Javi González buscará continuar con la progresión en la distribución del juego, no faltándole tampoco capacidad goleadora. Está catalogado como un especialista en lanzar faltas y penaltis. Nacido en Badajoz pero criado en Mérida, se trata de un jugador todavía muy joven que cumplirá 20 años el próximo mes de marzo.

la DESPEDIDA DE ASENJO / Por otra parte, un personaje histórico en el Cacereño como José María Asenjo anunció ayer su desvinculación definitiva de la entidad verde. Desde los años 70 ha sido jugador, entrenador y directivo y ahora pasará simplemente a ejercer como un aficionado más.

Asenjo hizo pública una carta en la que afirma que le ha «costado mucho» tomar la decisión, «pero entiendo que la vida tiene sus ciclos y mi etapa en el Cacereño ha tocado a su fin. Quiero agradecer al presidente y consejero delegado (familia Doblas) las facilidades que me han dado».

Según su versión, el tiempo que ha estado en el club en distintos papeles «ha sido todo un lujo para mí, no sin haber vivido dificultades, y en verdad creo que la afición, directivos e instituciones deberían valorar lo que supone para un equipo como el Cacereño poder mantenerse ahí durante tantos años, siendo actualmente el club decano del fútbol extremeño, a pesar de las dificultades acaecidas».

El capítulo de agradecimientos lo amplía con la afición «por el respeto que siempre me ha mostrado» y con los jugadores y entrenadores que han pasado por el club durante estos años «donde hemos vivido tiempos buenos, malos y algunos hasta muy duros». También expresa su reconocimiento a «todos los compañeros que he tenido durante todos estos años por la honradez y esfuerzo demostrados».

En una época nada sencilla para la entidad verde, se muestra convencido de que «el Cacereño peleará hasta el final por ser un club centenario y alcanzar su objetivo de volver a Segunda División». Termina la carta declarándose «acérrimo seguidor del Cacereño» y poniendo de relieve que «sus logros los sentiré siempre como míos».