"Lo hemos tenido ahí. Estábamos más cerca del 3-0 que del 2-1, pero...". Angel Marcos, director general del Cacereño, se lamentaba en la puerta de entrada a las oficinas y el palco del Príncipe Felipe del empate (2-2) ante el Real Madrid Castilla. Pasaban unos minutos desde que finalizó el encuentro y el ambiente que se respiraba en el seno del club no era el mejor, pero al mismo tiempo inspiraba confianza.

Tanto Marcos como el entrenador, Angel Alcázar, coincidían en el análisis: el equipo avanza varios pasos en cada encuentro, pero las jugadas de estrategia parecen ser definitivas en contra. "En Leganés nos ocurrió igual con los goles que nos hicieron", recordaba Marcos.

Los jugadores, no menos cabizbajos, salían también con sus particulares lecturas en positivo. "Cada vez creamos más ocasiones, además, y el triunfo tiene que llegar pronto", se escuchó a la salida del estadio.

Mañana se adivina como una oportunidad pintiparada para el despegue. El Gimnástico de Torrelavega espera (20.00 horas) con similares estadísticas. Es un equipo de la liga del Cacereño, en principio (y también del Cerro y el Villanovense) y por ello se ha apelado a la concentración. El propio Alcázar ha señalado que encontrar el primer éxito pleno sería el antídoto ante una previsible depresión. "Los jugadores se soltarían más con la primera victoria", expresó, a modo de convicción-deseo, el sábado.