La época de los Reyes Magos no cae en el mundo del baloncesto en Navidad, sino más bien en verano, cuando hay que conformar las plantillas. A Gustavo Aranzana le han traído algunos de los nombres que escribió en su hipotética carta de peticiones al final de la pasada campaña, pero otros han volado hacia otras latitudes. Es el Cáceres 2010-11 que nunca existirá y que contiene muchos nombres de prestigio. A pesar de la fama que está adquiriendo el club solvente económicamente en la LEB Oro, no siempre ha podido llevarse la puja por sus objetos de deseo .

Algunos de estos profesionales ya han salido a la palestra en informaciones periodísticas de los últimos meses. Para el puesto de escolta se apostó en principio por Michael Umeh, recién ascendido con el Menorca, pero se lo llevó el Murcia. Su sustituto fue al final Jeff Xavier, de similares características y también de pasaporte ´cotonou´ --africano o caribeño--, no ocupando así plaza de extracomunitario.

Los interiores

Lo mismo pasó con el pívot Taylor Coppenrath, un jugador muy admirado por el cuerpo técnico por su capacidad de brillar sin que se le note demasiado y perfecto conocedor de la categoría. También acabó en tierras pimentoneras. Ryan Humphrey, que estaba en la pole position entre los pívots, sí aceptó la propuesta extremeña y dejó León.

Para el otro puesto interior, el Cáceres 2016 quiso apuntarse un tanto mediático con el regreso a la ciudad de Josh Asselin, pero su cotización sigue siendo ACB y ha terminado en el Estudiantes. Quizás el movimiento más significativo y hasta ahora desconocido se gestó alrededor de otro ´5´: Oliver Arteaga. La pasada temporada fue el nacional más destacado de la liga con el Palencia y Aranzana estaba dispuesto a cambiar la estructura de su plantilla, pero su agente se descolgó con una petición de más de 100.000 euros. Finalmente, se lo ha llevado el Breogán de Lugo.

Si Arteaga hubiera firmado, se supone que lo habría hecho para ser titular y habría habido sitio para un alero extracomunitario muy contrastado: Zach Morley, uno de los verdugos del equipo cacereño con el Autocid Burgos. Su elección final, quizás profundamente influida por los dólares, ha sido el Budyvelnik de Ucrania.

Precisamente otro de los objetivos del Cáceres 2016 ha preferido ir al Burgos: el pívot norteamericano Matt Kiefer (CAI Zaragoza y Tarragona la pasada campaña), que competía con Jelani McCoy para ocupar el centro de la zona cacereña. Otro candidato fue en su día Eric Coleman (ex-Breogán) y también se decantó por el Hoverla ucraniano.

Por último, se asegura que también había plan B en la posición de base en el caso de Carlos Cherry no renovase, pero no ha trascendido.