El caso Diego Guaita se enmaraña. Las declaraciones del jugador argentino --en las que al mismo tiempo expresaba su voluntad de jugar en Ourense si fuera posible y de cumplir su contrato con el Cáceres 2016-- han sentado como un tiro en la entidad extremeña, que no duda en abrirle la puerta de salida si llega con una oferta real del equipo gallego, donde conserva un excelente cartel.

Oficialmente, el club no se ha dado por enterado del conflicto y preguntará directamente a Guaita sobre la veracidad de lo publicado tanto en la prensa orensana como en la extremeña, pero reconoce que no habría inconveniente en liberarle del año de contrato que le resta. Tiene una de las fichas más altas de la plantilla --se cree que ni el Ourense ni ningún club podrá igualársela-- y su rendimiento durante la pasada campaña estuvo por debajo de lo que esperaba el Cáceres 2016, sobre todo durante la primera vuelta.

El cuerpo técnico encabezado por Manuel Hurtado sigue muy informado sobre lo que se cuece en el mercado y está convencido de que podría conseguir un sustituto incluso a mejor precio. Guaita ocupa una de las dos plazas de comunitario que desde esta temporada están permitidas como máximo en la LEB Oro.

Paralelamente, las posibilidades de conseguir la cesión de Michel Diouf, del Cajasol, están menguando por las pretensiones económicas de la entidad sevillana en el reparto del pago del jugador. El Cáceres 2016 no quiere gastarse mucho dinero en esta operación.