No puede decirse que el Cáceres 2016 sea un gran equipo defensivo. En doce partidos ha encajado 939 puntos, un promedio de 78,2 por noche. Es el octavo de la Liga LEB Oro en este apartado. Hace poco más de un mes recibió en tres partidos consecutivos, ante Clínicas Rincón, Alicante y Mallorca, al menos 90 puntos, aunque el último de esos encuentros lo ganó. Esos datos no son para tirar cohetes, pero resulta llamativo que en sus otras victorias, el equipo ha conseguido anular de forma contundente y decisiva a varias de las grandes estrellas de la competición.

Parece como si el trabajo de estudio de los rivales, asignado al segundo entrenador, Mario Segalás, se centrase sobre todo en desactivar al principal referente anotador del oponente para así obligar a que los hombres secundarios se vean obligados a tener un mayor protagonismo.

El primero que pudo notarlo en sus carnes fue Joe Alonso en la quinta jornada. El veterano alero del Illescas, habitual verdugo cacereño la pasada temporada, fue anulado durante la mayor parte del encuentro por un Lucio Angulo que hasta entonces había sido más criticado que ensalzado. Alonso acabó con 15 puntos, pero con malos porcentajes (6/14 en total) y, sobre todo, conseguidos en su mayor parte en los últimos minutos, cuando el partido ya estaba decidido (76-65).

Siete días después, el Cáceres 2016 visitó al Beirasar Rosalía y consiguió lo que hasta el viernes era su único triunfo a domicilio (66-70). Pocos pueden discutir que una de las claves fue que el alero local Pat Carroll, que por entonces superaba los 20 puntos de promedio, se quedase en únicamente 5, tirando además muy poco (2/7 entre lanzamientos de dos y triples).

Guillén y Barbour

Las dos últimas victorias del conjunto de Manuel Hurtado también han estado caracterizadas por un mal partido de la figura del rival.

En la undécima jornada, Ricardo Guillén, pívot de Los Barrios y mejor jugador de la LEB Oro en varias ocasiones, logró 13 puntos y 7 rebotes (17 de valoración), pero no fue un factor en el encuentro como había ocurrido un par de semanas antes ante el Clínicas Rincón (32 de valoración). Tras el 69-65 final, su entrenador, Moncho Fernández, aludió a que había estado enfermo para justificar el bajón en su rendimiento.

El póker lo completó el pasado viernes Antwain Barbour, que en su anterior partido en casa, Tenerife-Alicante, había anotado 50 puntos, incluyendo 8 triples. Al Cáceres 2016 le anotó 13 con bajísimo acierto desde 6,25 (1/7), con Angulo, Mike English, Dan Cage e incluso el base Rod Brown repartiéndose el trabajo de secarle.

Seguro que en el Multiusos ya se están preparando movimientos y mentalización contra Jakim Donaldson, el mejor de La Laguna, que es la gran preocupación el viernes.