José María Panadero no jugará más esta temporada con el Cáceres 2016. Sus problemas de rodilla han obligado a parar definitivamente al capitán del equipo, un grupo que afrontará el final de temporada muy disminuido, con las dudas de la vuelta o no del estadounidense Wayne Simien y la confirmada baja del alero. Al menos, el golpe de Adrian Moss que hizo pensar en lo peor se ha quedado en nada y ayer entrenó con normalidad.

La noticia no es oficial y tanto por parte del club como de Panadero se ha extremado la cautela, apurando hasta la última opción de que sus problemas físicos remitiesen. Pero ya desde la pasada semana su degenerada rodilla no le permitió más y dijo basta.

El capitán, al que las lesiones no han respetado durante las últimas temporadas --antes de volver a Cáceres, hace dos años, se quedó prácticamente en blanco durante su temporada en Huelva-- podría incluso plantearse la retirada de las canchas porque su lesión es degenerativa y, consultados diversos especialistas, no hay siquiera garantías de recuperarse totalmente para competir al más alto nivel.

El alero lo ha puesto todo de su parte en este tiempo. El club extremeño incluso le ofreció continuar en ciertas condiciones, no ya como jugador, sino en su estructura, pero Panadero prefirió esperar y desechar esta posibilidad, en la firme creencia de que, a sus 32 años, aún tenía mucho baloncesto por delante. Pero no va a poder ser y ahora se abre el interrogante sobre su futuro profesional, que podría estar incluso en el Cáceres.

Mientras tanto, Piti Hurtado sigue preparando a los suyos para el duelo del próximo viernes en Mallorca. Brown también recibió ayer un fuerte golpe, pero se restableció pronto.