Muro, una pequeña localidad de 6.700 habitantes en el centro de la isla de Mallorca, es la siguiente estación del Cáceres 2016 en su impactante reacción esta temporada. Aún con el sabor del claro triunfo ante el Akasavayu Vic en los labios, la séptima victoria consecutiva está en juego a partir de las 21.00 horas.

Como ocurrió el pasado domingo, Piti Hurtado no podrá contar con Luis Felipe Gruber, que no se ha recuperado a tiempo de una pequeña rotura de fibras. Ello obliga a gastar otro partido de los nueve que la reglamentación permite aún disputar a Vasilis Kitsoulis por tener ficha con el equipo filial. "No es lo que habríamos querido en principio, pero en parte él ha venido para solucionar imponderables y jugar en casos como éste", afirma el entrenador, contento con el trabajo que está desarrollando el ala-pívot griego. "Ha cogido rápido muchos de nuestros conceptos, sobre todo en defensa", dice. En plena carrera para asentarse en la zona de play off de ascenso, Hurtado advierte sobre el Muro que es un equipo poco convencional. "Sus pívots juegan muy abiertos y tiran de fuera, mientras que en defensa están muchos minutos en zona", analiza. Fueron dos de las claves de la victoria balear en Cáceres en la primera vuelta (69-76).

Ganar otro basket average es el objetivo secundario: el Muro es noveno, un puesto por debajo de los extremeños, con una victoria menos. Un par de resultados negativos --el CAI Huesca llega a Cáceres el próximo miércoles en otro choque marcado en rojo en el calendario-- serían un golpe en la progresión del equipo.

Aunque no lo reconozca, Hurtado sabe que si su equipo mantiene el nivel de los últimos partidos, el resultado debe ser positivo. "Es cierto que estamos muy acertados", resume, aunque pide subir un escalón en defensa.

El equipo intentará rentabilizar que no sufrirá la habitual sobredosis de autobús. Es el viaje más lejano de la temporada, aunque también uno de los más cómodos porque buena parte se hace en avión.