CACERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD - 83: José Marco (4), Luis Parejo (9), Nikola Rakocevic (26), Javier Carter (16), Miguel Montañana (18) --cinco inicial-- José Medina (3), Miguel Conejero (0), Pablo Bayle (0), Duane James (0), Juanma Ruiz (5), Mansour Kasse (2).

PRAT JOVENTUT - 68: Alberto Abalde (11), Alex Ros (16), David Iriarte (6), Víctor Serrano (4), Agustí Sans (5) --cinco inicial-- Seydou Aboubacar (2), Roger Vilanova (4), Gerard Gomila (4), Nogués (0), Zoran Nikolic (5), Joonas Caven (11).

MARCADOR POR CUARTOS: 17-22, 39-31 (descanso), 68-53 y 83-68.

ARBITROS: Garmedia y García-León.

Habrá quinto partido. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad se aferró a sus posibilidades de jugar la final por el ascenso a la LEB Oro y superó al Prat Joventut en un encuentro que se decantó definitivamente en el tercer cuarto con los cinco triples seguidos de Nikola Rakocevic (83-68). Como se dice ahora, el chico es todo amor .

No hay tiempo para celebraciones, ya que mañana mismo será el choque que decidirá la eliminatoria en la localidad próxima a Barcelona (20.30 horas). La tarea no será fácil, pero si el conjunto de Ñete Bohigas exhibe el nivel que tuvo ayer por momentos y la personalidad que se le supone a un equipo más veterano, el pulso con el Palma Air Europa puede estar servido.

Al menos en su primera parte, el partido fue un auténtico despropósito. A los dos equipos se les notaba muy cansados después del maratón de 55 minutos del viernes. Los fallos inexplicables proliferaron insistentemente, aunque fue el Cáceres el que supo sacar más provecho de los del rival.

A los tres minutos y medio los dos equipos habían acumulado una canasta cada uno. Los locales echaban de menos una mayor aportación de sus hombres clave, especialmente Miguel Montañana, más castigado que los demás por la acumulación de encuentros. Luego se enmendó.

Los vaivenes en el marcador fueron la constante: de 8-2 a 10-15 y de ahí al 17-15 y al 17-22 del final del primer cuarto.

UN GRAN PARCIAL Esa tendencia se mantuvo de un modo más radical después: el Prat tuvo un atisbo de abrir hueco (20-28, min. 22) para a continuación entrar en un brutal apagón ante la zona que ordenó Bohigas. El parcial a favor del Cáceres, cuya inspiración era desde luego más defensiva que ofensiva, llegó a ser de 17-0 (37-28, min. 29).

Con el 39-31 y un creciente optimismo se afrontó la segunda parte. Era una sensación correcta, sobre todo cuando tienes a alguien como Rakocevic en tu equipo. Después de que el partido pareciese atascado, sin que el Cáceres terminase de romperlo ni el Prat de acercarse, el escolta montenegrino apareció para hacer lo primero.

Nada menos que cinco triples consecutivos anotó en los últimos minutos del tercer cuarto para seguramente dar un golpe que el conjunto catalán no supo encajar (68-53). Reúne todos los tópicos del baloncestista balcánico: quizás no es un excelso defensor, pero sí un tirador enorme, competitivo al máximo y de los que se divierte en la pista. Tremendos sus 20 puntos en el tercer cuarto.

El quinto encuentro ya estaba prácticamente firmado cuando apenas habían transcurrido tres minutos del último cuarto (74-55). Especialmente remarcables la apariciones de Pablo Bayle, intensísimo en defensa y con el oxígeno que faltó el viernes, y Javier Carter, contundente cuando debía serlo.

El último episodio sobró, entre el pique que mantuvieron Piru Ros y José Marco y la sensación creciente de que todos guardaban fuerzas para la última batalla, esa para la que ya no habrá opción a la rectificación. Mañana, la solución.