Recibir al líder en las mejores condiciones posibles, sin la carestía con la que se afrontó la última visita al Clínicas Rincón. El Cáceres 2016 tiene una batalla contra el reloj que se libra en buena parte sobre la mesa de trabajo de su fisioterapeuta, José Moreno Perry . Cuando se tiene a casi de la mitad de la plantilla doloridos, lesionados o de viaje, lo que más apetece no es jugar en casa ante un Lucentum Alicante que llegará rabioso por haber perdido en la última jornada ante el colista, el Beirasar Rosalía (77-79).

En el vestuario cacereño no ha costado nada digerir la derrota del viernes en Rincón de la Victoria (84-80). El equipo luchó al límite y llegó a los minutos finales con serias opciones de prolongar a siete la racha de victorias consecutivas. Sin embargo, la imagen que se ofreció y el hecho de que algunos de los rivales en la zona de lucha por estar en el playoff también perdiesen ha minimizado los efectos negativos del resultado.

Al menos en el entrenamiento vespertino de ayer se pudo contar con Lucio Angulo (aún dolorido en su cuádriceps izquierdo), Rod Brown (hombro izquierdo) y Chus Poves (tobillo derecho), tres jugadores que aunque pudieron saltar a la pista el pasado viernes, lo hicieron muy mermados y sin apenas haberse ejercitado en el transcurso de esa semana.

SANGUINO Y SIMIEN Mientras tanto, se trabaja para que, tras dos encuentros de baja, Juan Sanguino vuelva a estar disponible después de superar por completo una rotura fibrilar. Aún no se ha reincorporado a los entrenamientos con sus compañeros, lo que deja al equipo con solo dos jugadores interiores, Adrian Moss y Diego Guaita.

Por último está la cuestión Wayne Simien . El pívot continúa en EEUU acompañando a su familiar gravemente enfermo. El club, que ha abierto un espacio en su web para mandarle mensajes de apoyo, asegura que mantiene contacto prácticamente diario con él, aunque no ofrece ninguna estimación sobre cuándo podrá regresar.