"A mí me parece que hay inquina". Lo decía ayer por la mañana Juan Ojalvo, vicepresidente del Cacereño y firmante de una nota oficial difundida por el club en la noche del miércoles, en la que lamenta que "las denuncias de clubes de Cáceres" hayan impedido que el filial del Cacereño dispute su próximo encuentro en la Ciudad Deportiva y que haya tenido que hacer gestiones para hacerlo finalmente en Trujillo.

El Príncipe Felipe no puede utilizarse regularmente porque su uso, restringido incluso para el equipo de Ismael Díaz, que juega sus partidillos en Sierra de Fuentes, está reservado para los partidos del Segunda B. "Es la primera vez que el Cacereño tiene tres equipos en categoría nacional y no es normal lo que ha pasado, aunque todos tengamos los mismos derechos, pero hay que tener en cuenta que somos el Cacereño", argumenta Ojalvo quien, al menos, celebra que se haya llegado a un acuerdo con la diputación para el uso, en posteriores encuentros, del complejo deportivo. Mientras tanto, "gracias al Trujillo y al ayuntamiento, podremos jugar el partido ante el Santa Amalia allí", dice.

Al menos, dicen en el Cacereño, el juvenil de División de Honor seguirá jugando en la Ciudad Deportiva. Y, mientras tanto, en la propia instalación de la Junta confirman que ha habido presiones de clubs modestos de la capital que han desembocado en la situación y que, además, el terreno de juego ya está suficientemente sometido por múltiples actividades.