Ganar seis de ocho. Ese es el cálculo del Cáceres Patrimonio de la Humanidad para poder entrar en los playoffs, lo que dejaría con poco margen de error de cara al partido de esta noche (21.00 horas) ante el Marín Peixegalego. El partido, eso sí, es teóricamente ganable: se trata del colista, por mucho que en la primera vuelta los gallegos ganasen en una tarde extrañísima, en la que los extremeños fueron por delante casi todo el tiempo pero acabaron perdiendo 77-68.

Aquello fue un severo disgusto en un equipo que intentaba sacudirse la sombra de un descenso que, salvo catástrofe, no se producirá. Los de Ñete Bohigas han ido arañando victorias aquí y allá y ahora su objetivo es entrar entre los nueve primeros y no evitar las dos últimas plazas.

No será sencillo, aunque indudablemente hay motivos para fundamentar la esperanza. El calendario se dulcifica ahora con varios partidos ante los peor clasificados, aunque el entrenador cacereño advierta que ese tipo de citas son igual de difíciles que las pocas que restan ante los mejores. No se puede fallar hoy porque luego esperan dos rivales directos como Palma Air Europa (fuera) y Araberri (casa).

Dejando aparte la intensa agenda social del club en varios frentes, la semana ha tenido una buena noticia y otra mala. Por un lado, Alberto Cano ha regresado a los entrenamientos tras superar una neumonía, aunque su papel en los partidos estaba siendo residual. Lo que preocupa extraordinariamente son los problemas de Nikola Rakocevic, que se ha perdido un par de sesiones por fiebre y vómitos. Es duda. «Espero que solo sea un pequeño virus y que nos pueda ayudar», deseó ayer Bohigas. No es baladí perder al máximo anotador y séptimo de la competición con un promedio de 15,2 puntos por partido.

NOMBRES IMPORTANTES / Al Marín, pese a su posición en la tabla, no le faltan jugadores de renombre. Por la Liga Endesa han pasado con distinto protagonismo Andrés Miso, Albert Homs, Javier Múgica y Jorge Romero, pero quizás quien más preocupa es Jason Cain (totalizó 28 de valoración en la primera vuelta). De controlarle y hacer llegar buenos balones a Sandi Marcius dependerá a buen seguro parte de la victoria.

«Vamos a necesitar mucha intensidad para poder ganarles. No hay que fiarse porque vayan tan abajo porque cada partido es una final para ellos y tienen fases muy brillantes de juego. Además, tengo miedo a que no estemos lo suficientemente concentrados, que no estemos igual que ante los equipos grandes de la liga. No nos vale de nada ganar el Palma el siguiente partido si no lo hacemos antes a Marín», analizó Bohigas.

También será un día especial porque los equipos de las categorías inferiores serán presentados en el descanso, algo que siempre asegura una buena presencia de padres y niños en la grada. Animar para ayudar a las posibilidades de alargar la temporada del primer equipo lo merece.