El Cáceres no sólo ficha a jugadores. También está configurando estos días una nueva estructura interna que poco tendrá que ver con la del anterior club, ahora en vías de disolución. La nueva entidad, además de cambiar de presidente y de junta directiva, tendrá ahora una organización diferente y caras que, si bien no son del todo nuevas, sí suponen un cambio.

Además del desembarco de Ñete Bohigas al frente del primer equipo con su hermano Javier como ayudante --la llegada de Angel de Pablos parece haberse complicado dentro del organigrama técnico--, el Cáceres ha incorporado a otro profesional a jornada completa: Julio Espino. Es el gerente de la entidad, con cuyo precedente colaboraba esporádicamente en el pasado, sobre todo haciéndose cargo de la página web. Anteriormente había trabajado en el mundo sindical y su relación con el baloncesto está conectada a través de su hijo, el infantil Ignacio Espino, que es uno de los jugadores más destacados de la cantera verdinegra.

MENOS DINERO

En el nuevo Cáceres todos deberán multiplicarse. Habrá menos dinero para tener profesionales, por lo que la directiva sigue buscando colaboradores desinteresados que puedan aportar su trabajo.

Mientras tanto, los dos administrativos que trabajaban para el Basket Cáceres SAD desde hacía más de diez años han sido despedidos y se abre ahora un proceso que tendrá que resolver el juez.

El club seguirá teniendo la misma sede que el anterior, para lo que ya ha solicitado permiso a la Junta de Extremadura, y también la misma web, cuya dirección (www.cacerescb.net ) pertenecía a la Fundación. Mientras, ha solicitado nuevas líneas telefónicas que espera que le sean instaladas en breve.

Por otro lado, se gestiona el cartel del Trofeo Cáceres Patrimonio de la Humanidad para el fin de semana del 7 de septiembre, el anterior al inicio de la competición en la LEB. En principio la idea es conservar su formato cuadrangular, invitando con toda seguridad al Plasencia y a algún club de ACB, como podría ser el Fórum o el Caja San Fernando.