El Cáceres se dio ayer un homenaje después de varias semanas viviendo en el alambre por su posible exclusión de la LEB. Al final no fue así y ahora el recién nacido club se apresta a vivir con normalidad, aunque con la ilusión de lo nuevo. La cita fue en una jamonería --la de Gabriel Mostazo, en la tradicional calle Pintores-- y la excusa , presentar el escudo de la entidad, diseñado por un anónimo aficionado.

Entre el olor seductor de jamones, lomos, chorizos y quesos, la cúpula verdinegra aprovechó para darse un baño de popularidad y sembrar para el futuro. Resultaba raro ver juntos a políticos de los tres partidos con representación municipal --Lázaro García (PP), Carmen Heras y José Ignacio Fernández (PSOE) y Víctor Casco (IU)-- apadrinando el acto. Tampoco faltó José María Bermejo y gran parte del último consejo de administración del Basket Cáceres SAD.

A Juan Francisco Luis, el presidente del nuevo Cáceres, se le veía especialmente satisfecho. En su alocución habló de uno de sus temas predilectos, el "compromiso social que en su opinión debe tener su club, y volvió a pedir el apoyo de "todos los sectores" de la ciudad.

SOCIOS Y FICHAJES

El Cáceres ya tiene alrededor de 125 abonados en tres días de campaña, una cifra tomada muy positivamente por los responsables de la entidad, que intentan transmitir optimismo de forma obsesiva.

También asistió Ñete Bohigas. El entrenador permaneció en un discreto segundo plano, con una media sonrisa que hacía sospechar que en las últimas horas la configuración de la plantilla había dado pasos importantes. El club anunciará hoy al menos un fichaje, un exjugador ACB.