Adiós al Multiusos por esta temporada. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad se enfrenta al San Pablo Burgos (21.00 horas) sin nada en juego más allá de conservar el undécimo puesto en la clasificación. Culminando con la permanencia el año más difícil en cuanto a escasez de medios para la LEB Oro, la mirada de muchos se posa en el futuro y, en concreto, en saber si Ñete Bohigas renovará su contrato.

El entrenador verdinegro no quiso alimentar ayer tampoco el debate. El club por ahora se ha mostrado tibio respecto a si se le ofrecerá continuar. «Vamos a intentar jugar estos dos partidos y hacerlo lo mejor posible. Después nos sentaremos y miraremos los pros y los contras. Lo importante es que la gente venga al Multiusos y esté con el equipo. Y luego ir a Huesca», comentó ante las insistentes preguntas sobre su relación con el Cáceres.

«Priorizo lo más cercano y eso es lo que puedo tocar, que es el trabajo diario con mi equipo. No recuerdo cuándo hablamos de renovación el año pasado», añadió. Sí que acabó asumiendo que le gustaría seguir. «Llevo cuatro años. En el primero nos quedamos a las puertas del ascenso, otro el ascenso, otro de ‘playoff’ en Oro y ahora este, que hemos estado cerca de luchar por ser novenos hasta el final. Esta es mi casa. He sido jugador y luego entrenador en esta ciudad desde que tengo uso de razón», dijo.

MERMADOS / La visita de uno de los ‘grandes’ de la liga se afronta otra vez con pocos efectivos. José Marco y Luis Parejo («no voy a poner en juego su salud si no nos jugamos nada, aunque a él le hubiera encantado estar») son bajas seguras, mientras que Sandi Marcius no ha podido entrenar en toda la semana con terribles dolores en el dedo pulgar de un pie. Es seria duda. Pero el esfuerzo del Cáceres irá encaminado a dejar un buen sabor de boca. En ese sentido fueron todas las declaraciones de Bohigas.

«Será un partido especial. A nadie se le escapa todas las dificultades que hemos pasado esta temporada. De los 14 partidos que hemos ganado, 11 han sido en casa. Sin la gente hubiese sido imposible. Hemos sentido el apoyo de la afición en los momentos más complicados. Ha sabido leer los problemas que teníamos y cómo estaba construido el equipo. Nos gustaría agradecerles su apoyo y que se diviertan, como ha pasado durante buena parte de la temporada», argumentó.

Enfrente estará un San Pablo Burgos que todavía tiene opciones al ascenso directo y que, como mínimo, intenta posicionarse bien de cara a los playoffs. El técnico local no escatimó elogios: «Tiene una plantilla muy buena a nivel dinámico, jugando a campo abierto, con mucha capacidad para jugar al poste bajo y además una batería enorme de alero, muy diferentes todos. Jugaron la final de la Copa. Me alegra mucho lo bien que la está entrenando Epi [Diego Epifanio fue ayudante suyo en Burgos]. Lo tienen difícil para subir directamente, pero nadie quiere enfrentarse a ellos en los playoffs».

En el recuerdo está todavía el 30-0 de inicio encajado en El Plantío en la primera vuelta, algo que no dudó en calificar de «anécdota» pero también como «un momento duro del que salimos heridos».

En su opinión, y pese a las ausencias y problemas físicos, el Cáceres está preparado para ofrecer una versión competitiva. «Cuando dejas de tener objetivos colectivos, todo se hace más complicado. Hay que veces que tu cabeza se va a cosas como la temporada que viene, pero mis jugadores quieren acabar lo mejor posible e intentar ganar». Lo que pase en los meses siguientes sobre su continuidad todavía está por escribirse del todo.