Fuera de los puestos de descenso por primera vez en lo que va de temporada. La victoria del Cáceres el sábado frente al Granada (91-80) y el resto de resultados de la novena jornada hacen emerger al equipo verdinegro hasta una posición algo más cómoda que las que había ostentado hasta ahora.

"Ahora tenemos que demostrar que podemos ganar a cualquiera, dentro y fuera de casa", afirmó al final del choque Manolo Hussein. El entrenador del Cáceres intentaba contener la euforia que conlleva haber sido, después de un primer mes ciertamente apocalíptico, uno de los mejores equipos de noviembre en la Liga ACB. Tres victorias --todas ellas en casa, donde se pretende recuperar el fortín que en su día fue el V Centenario-- y una derrota es un balance adecuado a las expectativas. La plantilla es consciente de que vencer no sólo supone subir puestos en la clasificación, sino también ganarse el respeto de una competición (rivales, árbitros) que tras el 0-6 inicial parecía asignarle directamente una de las plazas de descenso a la Liga LEB.

PROBLEMAS QUE RESOLVER

De todos modos, el panorama dista mucho de ser rosa en el multiusos, con una situación económica caótica y al menos un jugador supuestamente decisivo en el equipo --Bobby Martin-- a años luz de la competitividad que exige la Liga ACB. Ambos problemas se deben resolver en los despachos y algunos síntomas invitan al optimismo. El sábado baloncestístico en Cáceres trajo otras dos novedades: aparte del regreso al palco del vicepresidente de la Junta, Carlos Sánchez Polo, se estrenaron unas camisetas con la leyenda ´Cáceres Patrimonio de la Humanidad´.