Por primera vez en toda la temporada, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad se enfrentará mañana a un equipo peor clasificado. Será en la pista del Marín Peixegalego, que contabiliza seis derrotas consecutivas que le han hecho ir descendiendo posiciones hasta la decimosexta.

Y eso que el conjunto gallego empezó bien, con dos triunfos en los tres primeros encuentros. Su debut en la LEB Oro, donde consiguió un puesto gracias al ascenso directo que consiguió tras ser campeón de la LEB Plata hace unos meses, no pudo ser mejor tras superar al Melilla (78-72). Dos jornadas después, y con un digno 71-65 en la cancha del Leyma Coruña de por medio, volvió a vencer, está vez fuera de casa, en Huesca (102-105).

Parecía que uno de los proyectos más emergentes de las categorías federativas (con un trabajo muy exhaustivo en sus categorías inferiores) podía adaptarse rápido a la nueva categoría, pero no está siendo así.

Todo lo que ha sucedido desde entonces han sido disgustos de distinto calibre: tropiezos en casa ante Palma Air Europa (65-78), Barcelona B (67-79) y Calzados Robusta (81-83, la única victoria hasta ahora de los riojanos) y también fuera frente a Sáenz Horeca Araberri (82-71), Ourense (74-54) y San Pablo Burgos (69-67), este último en la jornada del pasado fin de semana.

Quizás entre dentro de cierta lógica. No es el Marín un equipo de grandes nombres con la excepción de Andrés Miso, un veterano de casi 34 años que ha pasado la mayor parte de su carrera en la Liga Endesa (Estudiantes, Fuenlabrada, Sevilla, Zaragoza y Murcia hasta un total de 424 partidos en la máxima categoría). Con 13 puntos por partido, las fuerzas le dan todavía para ser su segundo mejor anotador por detrás de Tim Derksen, que es el máximo encestador de toda la LEB Oro con 21,3 a base de penetraciones y tiros a media distancia. Sin duda, el escolta norteamericano es el hombre que hay que vigilar más de cerca.

Aparte de Miso, también hay otros jugadores experimentados, como Mario Cabanas, Albert Homs, Javier Múgica o José Simeón. La plantilla ha sufrido una indisimulada renovación respecto a la que logró el ascenso. De los hombres de la rotación apenas si se han mantenido Gregorio Adon y Manuel Ferreiro, aparte de un entrenador joven pero con recorrido como Javier Llorente. Ya se sentaba en el banquillo del Marín en las dos temporadas en las que se vio las caras con el Cáceres en Plata (2013-14 y 2014-15), con un balance favorable a los verdinegros (3-1).