CACERES CB: Ferrán (11), Beechum (13), Petrovic (18), Thompson (20), Dani García (2) -cinco inicial-, Hansen (2), Orenga (3), Lleal (9) y Eslava (-).

FORUM: Laso (3), Montáñez (12), Yebra (12), Bonner (12), McCaskill (9) -cinco inicial-, Odriozola (12), Gabriel Fernández (13), San Emeterio (4), Rejón (-) y Oscar González (6).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 8-12, 24-19, 34-27, 43-39 (descanso), 53-47, 55-61, 59-75 y 78-83 (final).

ARBITROS: Arteaga, Martínez y Perea. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: 300 aficionados visitantes en la grada, que dieron colorido al choque.

Varapalo previsible para el Cáceres CB. Las circunstancias que rodearon el vital choque del multiusos --todas negativas-- pudieron con el grupo de Manolo Hussein, que pese a todo tuvo opciones de ganar y que terminó cediendo ante un rival directo en la lucha por la permanencia. El Fórum Valladolid se aprovechó de la coyuntura, se llevó la victoria con cierta suficiencia y puso al proyecto verdinegro patas arriba y sumido en el peor momento de la temporada, ya que el equipo terminará esta jornada en puestos de descenso a la LEB.

La falta de Deon Thomas y, sobre todo, los problemas físicos de Dani García y Juan Antonio Orenga terminaron siendo una losa demasiado pesada para el Cáceres, obstruido durante unos fatídicos minutos del final del tercer cuarto y del inicio del cuarto, en el que los pucelanos encadenaron un 2-20 para la negra historia cacereña en la élite.

Tuvo el Cáceres una actitud en absoluto censurable, que con un poco de continuidad y un fuelle que ayer no tenía hubiera cristalizado en un triunfo. Los verdinegros mandaron en el electrónico casi en las dos terceras partes del choque y daba la impresión de que, a pesar de todo, el partido se iba a decantar del lado local. No fue así y en el ambiente sobrevoló el fantasma de la tragedia deportiva, cuando en realidad aún resta una vuelta y ciertos indicios invitan al optimismo... mesurado.

El mejor Vlado Petrovic de la campaña lideró al Cáceres en el primer cuarto. Pese a un inicio dubitativo (10-15 a los seis minutos), el equipo de Hussein se asentó en el parqué, controló a los lujosos americanos visitantes y Thompson demostró que puede ser un americano desequilibrante. Dos triples de Beechum dejaron el marcador en un 24-19, ampliado paulatinamente en el segundo cuarto con ventajas nunca superiores a los diez puntos.

El Cáceres se cuidaba escrupulosamente de cometer personales. Y llegó a conseguirlo: cuando el Fórum llevaba diez, el Cáceres sólo una. Con inteligencia y pese a que la primera rotación interior, Orenga, apenas podía moverse --fue infiltrado minutos antes del choque-- los locales superaban por convicción a un Fórum timorato e impreciso. Sólo la sorprendente aportación del argentino Gabriel Fernández mantenía al equipo de Luis Casimiro en el choque.

POR ENCIMA

El primer tiempo dejaba todo en el aire, aunque en el Cáceres la dependencia de Thompson y Petrovic se adivinaba excesiva. El 43-39 marcaba una igualdad aparentemente ficticia.

La buena dirección de Ferrán López contribuía al mantenimiento de la renta verdinegra, hasta que Pablo Laso suplió al desafortunado Oscar González. Laso, un jugador que sabe leer perfectamente los partidos, guió a sus compañeros a la remontada, en la que contribuyeron todos, especialmente los aleros Odriozola y Yebra. Del 55-51 a falta de 2.27 para el final del tercer cuarto, se llevó al 57-71 a falta de 6.55 para la conclusión del choque con un festival defensivo y ofensivo visitante.

El partido había dado la vuelta inopinadamente ante el festejo de la afición visitante, justamente el otro lado de la moneda que la que representaba la local, que ayer también demostró que los problemas de fuera de la pista le han afectado. Totalmente compungida, la depresión apareció por el multiusos.

El encuentro entró en su recta final con todo decidido. Los arrestos verdinegros maquillaron el resultado y no propiciaron una ventaja amplia, por si hiciera falta el factor basketaverage al final de la liga. El Cáceres había culminado su paso atrás y cedido terreno ante un rival que, pese a todo, no mostró ser mejor que el Cáceres. Valga el consuelo.