Decepción e impotencia, pero sobre todo indignación. Esos eran los sentimientos que precedieron ayer a la derrota del Cáceres 2016 ante el líder Lucentum Alicante (65-84).

En el club extremeño de la LEB Oro todos señalan como principales culpables de la amplia derrota a la pareja de colegiados o, al menos, del desequilibrio entre los dos equipos en el segundo tiempo. Pese a que las declaraciones públicas se han reducido solamente al entrenador, Manuel Piti Hurtado, que cargó con dureza contra los árbitros en la rueda de prensa posterior al choque, jugadores, directivos y también afición han expresado sus quejas sobre la forma con la que se perdió el partido ante el líder. El propio club, a través de su crónica en su web, también dejaba clara su postura crítica.

El Cáceres ya no ocupa puesto de play off, pero esto no es realmente lo que preocupa en el club. Ahora en lo que se piensa es en reaccionar en forma de victorias en el duro calendario que resta. Consiguiendo cuatro trinfos se jugará por el ascenso a la ACB, según los cálculos que se han hecho en la propia entidad. Sin embargo, la ausencia de Wayne Simien, pasada la gran racha de éxitos, está siendo una pesada losa en el Cáceres. El propio técnico ya hizo referencia a ello el viernes.