La derrota del sábado en la pista del Prat (70-59) al menos tuvo el consuelo para el Cáceres Patrimonio de la Humanidad de haber vuelto a competir, pero no deja de ser otro resultado negativo. Es ya el sexto consecutivo, lo que inevitablemente ha hecho que el equipo mire hacia abajo en la clasificación de la LEB Oro. Con los resultados de la jornada, se mantiene decimocuarto, pero con el matiz de que los puestos de descenso (los dos últimos, decimoséptimo y decimoctavo) están ya a un solo triunfo de diferencia.

La situación se le sigue ennegreciendo al conjunto de Ñete Bohigas, que confía en recuperar esta semana a Niko Rakocevic para que reaparezca el próximo domingo (18.30 horas) ante el Força Lleida. Será un partido con tintes casi dramáticos porque un nuevo revés podría incluso situar al Cáceres en los fatídicos puestos. Y a partir de entonces solo restarán cuatro jornadas, tres de ellas disputadas a domicilio.

La zona baja está más caliente que nunca. Este fin de semana se enfrentaron los cuatro últimos entre ellos. Al Cáceres en cierto modo le benefició que el Barcelona B se impusiese en la pista del Sammic (66-86), lo que deja a los vascos como colistas con nueve triunfos y a los azulgranas penúltimos con diez, los mismos que tienen por encima el Clavijo y el Iberostar Palma. Los riojanos sumaron ante los baleares su tercera victoria consecutiva (76-60).

Otros dos equipos que no pueden estar tranquilos del todo perdieron. Son el Huesca y el propio Lleida, que con once triunfos están empatados con el Cáceres. Los aragoneses fueron masacrados por el líder, el Cafés Candelas Breogán (91-53), mientras que los catalanes no pudieron con el Araberri (93-84).

Será una semana tensa en el Multiusos. Una derrota el Domingo de Resurrección podría abrir definitivamente las puertas del infierno.