Llega el primer partido de la temporada LEB en Cáceres. El IBB Hoteles Menorca es el atractivo rival que, a partir de las 21.00 horas, evaluará el estado de forma del conjunto de Ñete Bohigas. Será la cita para que los escépticos que despejen sus dudas alrededor del nuevo Cáceres 2016: si pesa más la mejoría en el juego expresada en la casi victoria de La Palma o la pobreza en ataque que de momento están acreditando los verdinegros. No es normal acumular tres partidos seguidos anotando menos de 60 puntos.

CON ESPERANZA Tanto los jugadores como el entrenador cacereño intentan expresar optimismo. "El equipo está entrenando muy bien y salió reforzado, pese a perder en La Palma, una pista muy difícil. Nos quitamos algunas cuestiones que nos rondaban", afirma Bohigas.

En su opinión, el Menorca "está hecho para ascender, con jugadores con mucho conocimiento de la categoría". Destacan el explacentino Terrence Stewart, los experimentadísimos Jordi Llorens y Patricio Reynés y jugadores de tanto talento ofensivo como Alberto Miguel y Chris Moss, que continúan de la pasada temporada. También sigue un cacereño en su cuerpo técnico, el delegado y preparador físico Alvaro Vaquero.

La apuesta del Cáceres es, según su entrenador, defensiva. Conviene un partido de ritmo lento, en el que los bases locales presionen al veterano Reynés. Su sustituto, Mario Bruno, tiene problemas físicos. Mientras, los verdinegros intentan recuperar de sus respectivos esguinces a Kerry Blackshear y Rafa Huertas.

Otra cuestión interesante para esta tarde-noche es comprobar la respuesta social que genera el equipo, justo en tiempos de redefinición de lo que supone el baloncesto en la ciudad. Según datos del club, en la tarde de ayer se contabilizaban 1.217 socios. Se espera que la plantilla seduzca a los aficionados gracias a juego... y victorias.