CACERES 2016: Perico Sala (6), Francis Sánchez (10), Lucio Angulo (2), Diego Guaita (7), Drew Naymick (11) --cinco inicial-- Juan Sanguino (2), Gio Dedas (3), Xavi Forcada (3), Carlos Cherry (12), Ira Newble (15).

TENERIFE RURAL: David Fergerson (0), Eric Sánchez (8), Julio González (2), Gustavo Ayón (20), Lou Roe (13) --cinco inicial-- Adrián Boccia (11), Sergio Pérez (12), Iván Rodríguez (5), Bruno Fiorotto (2).

ARBITROS: Garmendia y Alonso. Eliminado: Lucio Angulo (min. 40)

MARCADOR POR CUARTOS: 18-13, 30-32 (descanso), 51-53 y 71-73.

No hay manera de que el Cáceres 2016 versión 2009-10 gane tres partidos seguidos. Ayer vio truncada su racha positiva por un Tenerife Rural (71-73) que se aprovechó de dos aspectos que le fueron favorables: la terrible irregularidad del equipo local y unas circunstancias que le fueron enormemente favorables durante todo el encuentro, sobre todo la lesión de Drew Naymick y los problemas de faltas de los cacereños.

Durante el primer tiempo, el Cáceres 2016 mostró abiertamente sus dos caras opuestas, las mismas que le vienen atormentando durante toda la temporada. Primero fue seduciendo a su hinchada para luego decepcionarla con un mal final de segundo cuarto que dejó todo por decidir tras el descanso. Luego, los tinerfeños supieron hacerse con el choque, que pasará a la historia por el más que aceptable debut de Ira Newble (15 puntos). Resulta imposible negar que tiene talento, aunque es evidente que tiene que hacerse a los modos y sistemas de su nuevo equipo y ponerse a tono físicamente.

El choque empezó algo frío, como la temperatura ambiente de fuera e incluso de dentro del pabellón. Pero poco a poco se fue imponiendo la personalidad de los cacereños, que se sentían a gusto cuando defendían, reboteaban y corrían al contragolpe. Un 18-13 al final del primer cuarto resultó como mínimo alentador, con Naymick creciendo el protagonismo y Francis Sánchez protagonizando sus típicas rachas de ángel-demonio.

Más explicativo fue lo que ocurrió después. Salió Newble y el primer balón que tocó lo convirtió en canasta y el segundo, en un "2+1" que levantó al público de sus asientos. ¿Era el nacimiento de un jugador irresistible e imparable para la LEB Oro? El Cáceres 2016 empezaba a despegarse para confirmar la impresión: 28-19 (min. 14).

Sin embargo, gracias a los errores en ataque --varios del propio americano-- y la extraña pasividad bajo el aro de los locales, el Tenerife Rural volvió a meterse en el encuentro con rapidez y contundencia. Tanta como la de un parcial de 0-13 que hizo que la creciente fiesta en la que se estaba convirtiendo el Multiusos se congelase y no volviese. Los canarios hasta se fueron al intermedio con ventaja (30-32), un regalo bastante inesperado.

PROBLEMAS El partido se le ensombreció por momento al Cáceres en el arranque del tercer cuarto. Primero Diego Guaita, que por otra parte se estaba distinguiendo por su intermitencia habitual, cometió consecutivamente la tercera y la cuarta faltas. Luego, Naymick se torció el tobillo y tuvo que retirarse al banquillo. Después, Lucio Angulo, que ocupaba accidentamente la posición de pívot, también hizo la cuarta. El Tenerife dio un ligero acelerón, oliendo la sangre fresca en su oponente, y ya no perdió la iniciativa, aunque su ventaja no se disparase más allá de un 48-53 (min. 29).

Newble volvió a aparecer un poco al rescate con otro par de acciones de NBA y el partido tenía todo por decidir aún al final del tercer cuarto (51-53).

Naymick intentó salir, pero cojeaba ostensiblemente y Juan Sanguino tuvo que volver a la pista, pero Gustavo Aranzana le tiene poca fe. A esas alturas, el Tenerife, propulsado por Ayón y Boccia, aprovechó para alejarse (51-59, min. 33), pero aún tuvo que sufrir para sentenciar, porque ya no es un grande de esta liga. El Cáceres 2016 hizo lo más difícil con tintes heroicos --a Francis le encanta acudir al rescate-- y llegó a empatar a falta de 3.40 (63-63). Los canarios espabilaron y un triple de Sergio Pérez supondría la sentencia y un doloroso paso atrás en la tabla para los locales.