Expediente disciplinario al canto. Esa ha sido la respuesta del Cáceres a la no comparecencia de Deon Thomas a los últimos entrenamientos del equipo en protesta por no estar al día en el cobro de su contrato. El jugador es acusado de cometer una falta muy grave y parece enfilar la puerta de salida. El reglamento de régimen interno del club especifica que la reiterada ausencia de las actividades de la plantilla sin causa justificada puede suponer la rescisión del contrato. Es el segundo expediente que se le abre tras su plante en una sesión hace dos semanas. La intención de la entidad verdinegra parece que ahora es liberarse del contrato de Thomas, con quien las relaciones se han deteriorado vertiginosamente en los últimos días.

¿SIN SOLUCION?

Al presidente, José María Bermejo, le dolió de forma especial que el pívot norteamericano le acusase directamente, mediante un comunicado público, de cerrarse a cualquier acuerdo para solucionar los retrasos en los pagos. "Nosotros no vamos a aceptar ningún tipo de chantaje ni presión", apuntó ayer en RNE.

Tanto es así que las conversaciones entre ambas partes siguen encalladas y el equipo empieza a asumir que sólo podrá contar con un pívot extracomunitario en el decisivo encuentro del próximo sábado ante el Fórum. A no ser que haya un giro considerable de los acontecimientos, ni Thomas jugará ni habrá refuerzo de última hora, aunque el cuerpo técnico se mantenga informado sobre el mercado de jugadores. Después hay un parón de dos semanas en el que podrá intentar normalizar la situación.

Paralelamente, el discurso oficial del club es no hablar más del tema Thomas y que todos se centren en la cita ante los vallisoletanos, calificada sin tapujos como "una final". Hasta se ha anunciado una rueda de prensa esta mañana en la que los jugadores y el presidente mostrarán su entendimiento y unión en un momento tan complicado. Después, acudirán a entregar juguetes a los niños de un centro educativo cacereño.