El Cáceres Patrimonio recibe hoy al Palencia (19.30, Multiusos) capitidisminuido en sus efectivos (son seguras las bajas de Guille Corrales y Rolandas Jakstas), pero crecido en su orgullo. Esta carencia y la última derrota en Castellón, tras dos prórrogas, han disparado incluso el optimismo en el seno del equipo. «Si hacemos bien las cosas, podemos ganar», ha dicho el entrenador verdinegro, Ñete Bohigas.

A mal tiempo, buena cara. Así se afronta este encuentro ante una de las plantillas más importantes de la competición, pero que sin embargo está a una sola victoria de ventaja, flirteando ambos con el playoff de ascenso. «Tienen una plantilla top de la liga», avisó Bohigas sobre lo que puede esperar antes de enumerar a todos ellos, desde Garrido hasta Barnes. En realidad, el técnico incidía a propósito en una obviedad teniendo en cuenta lo que ha pasado con los palentinos durante las últimas campañas.

El problema del Cáceres es, en cualquier caso, nada desdeñable. Recordó Bohigas que Rolandas Jakstas es el «jugador franquicia» y que Guille Corrales está siendo, contra pronóstico para algunos, el hombre más valorado. Pues bien: el pívot lituano se puede perder entre un mes y un mes y medio de competición, en tanto que el base estará en el dique seco al menos tres semanas.

FICHAR O NO / Ahora se plantea la disyuntura de fichar o no fichar. Si compensa o no, en realidad. «Están echando números», dijo el entrenador el pasado viernes. No parece fácil, aludiendo a lo que los directivos definen como «maltrecha economía» del club, apostar por una contratación que, en teoría, tendría que ser para alguien que no fuera un ‘relleno’, sino un jugador de relativo peso.

Lo que no tendrá solución de continuidad esta tarde en el Multiusos será que solamente se podrá disponer de ocho jugadores profesionales. Más problemático es que se puedan encontrar rotaciones largas en puestos interiores, y es más que evidente que Sergio Pérez tendrá que jugar muchísimos minutos y siempre por dentro. Incluso que Ward se vea obligado también. O que Grabauskas tendrá que contenerse extraordinariamente en defensa para no cometer faltas personales hasta relativamente tarde en el partido.

Para el puesto de base, está claro que Pol Olivier tendrá que volver a asumir el mando y que Dani Martínez, teóricamente escolta, tendrá que relevarle. Los dos jóvenes, de actitud a prueba de dificultades, están dando un ejemplo extraordinaria, igual que el conjunto de la plantilla, según se ha encargado de subrayar el propio técnico verdinegro.

El Cáceres-Palencia, en cualquier caso, se presenta ya como un clásico de la LEB Oro, un partido entre dos equipos con más querencia al ataque que a la defensa, pero con una historia detrás que les hace ser especialmente respetados en LEB Oro.

La presión para los locales, por todo lo expuesto anteriormente y dada la entidad del rival, pese a que no esté firmando una gran temporada, no será excesiva. Sin apuros clasificatorios, se espera que, como sucediera la campaña pasada, los mejores encuentros y las más espectaculares victorias se sigan dando en el recinto multiusos, una cancha en la que suelen degustarse casi siempre buenos ejercicios baloncestísticos.