Otro ambiente se respira en el Cáceres Patrimonio de la Humanidad esta semana. La victoria ha ejercido de tranquilizante puro y duro, como se reconoce abiertamente desde el vestuario, aunque falta todavía rematar la permanencia en el partido de mañana ante el Araberri.

Ayer, en el último acto del ‘Mes de la inclusión’ --la serie de actividades solidarias que ha organizado el club durante las últimas semanas con distintos colectivos--, dos de los jugadores, Niko Rakocevic y Pol Olivier, destacaron que los ánimos «están mucho mejor», usando las palabras del escolta montenegrino.

Sucedió en la sede de Cocemfe, donde ambos acudieron para hablar con sus usuarios, personas con discapacidad física y orgánica. «Hemos pasado un rato con ellos y hemos estado muy a gusto», indicó Rakocevic.

Su regreso fue una bendición para el equipo en la victoria ante el Força Lleida. «Llevábamos varias derrotas consecutivas y por fin ganamos. Hicimos un buen partido. Ahora estamos un poco más tranquilos», comentó, con un ojo ya puesto en Vitoria.

«Hay que hacer una buena semana y ver si podemos ganar allí. Podemos hacerlo. Es un equipo bastante complicado, que corre mucho, con buenos anotadores, pero si los paramos y hacemos lo que sabemos hacer podemos lograrlo», reiteró.

Por su parte, Olivier consideró el triunfo ante el Lleida «muy necesario». «Lo teníamos marcado para ganar. Era muy importante. Y delante de nuestra gente. Esto hace que cambie la dinámica y cambie la mala racha. A ver si acabamos los últimos cuatro partidos más fuertes que nunca», señaló el base. En una improvisada entrevista, en Cocemfe incluso le preguntaron por la situación política en Cataluña, además de otros asuntos menos habituales para un deportista como la literatura y la música.

Olivier reconoció que «fuera de casa no se nos da bien» (solo dos partidos ganados de los doce que se han sumado en total), pero lanzó una advertencia al Araberri: «Vamos con la motivación y las ganas. Si hacemos un partido serio, sobre todo en defensa, es una buena oportunidad para zanjar la permanencia».