Son temporadas distintas, con muchos jugadores diferentes, pero el mal endémico del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, jugar fuera de casa, amenaza con prolongarse. De momento, ha perdido en sus dos primeros desplazamientos de la nueva campaña, ante ICL Manresa e Iberostar Mallorca, lo que empeora una estadística ya indudablemente pobre en los últimos años.

El dato es rotundo: de los últimos 34 partidos que ha jugado a domicilio el conjunto que dirige Ñete Bohigas (temporadas 2015-16 y 2016-17 y lo que se lleva de 2017-18), solo ha regresado con una sonrisa en siete de ellos, un 20,5%.

Una competición tan dura como la LEB Oro ha pasado factura al Cáceres, demasiado bien acostumbrado a jugar en el ambiente favorable del Multiusos, donde sus registros son mucho mejores en este lapso de tiempo (21 victorias y 13 derrotas, un 61,9%).

En la 2015-16 los verdinegros solo salieron triunfantes de Logroño, Palma de Mallorca, Ourense y Castellón, donde también repetirían en la 2016-17 en el que ha sido su último éxito (10 de febrero). Antes habían vencido en Vitoria al Araberri y en Prat.

Todo esto en Oro. En las dos campañas anteriores, en las que militó en Plata, los números mejoran, como resulta lógico tratándose de un candidato al ascenso. Pero ni siquiera en la primera de ellas, la 2013-14, consiguió ganar más que perder (balance 9-7 en contra). Lo que sí fue para enmarcar fue lo sucedido en la 2014-15, cuando se subió fundamentalmente por un espectacular 2-12 cuando tocaba viajar.

MÁS ATRÁS / Tradicionalmente al Cáceres no se le ha dado muy bien lo de alejarse de la ciudad. Desde su fundación han abundado los malos resultados cuando eso ha sucedido. En su primera temporada de actividad, la LEB Plata 2007-08, totalizó 8 victorias por 10 derrotas.

Fue entonces cuando logró plaza en Oro, alcanzando en su debut un balance como forastero de 10-7 y no entrando en los playoffs. Sí lo logró en la siguiente, la 2009-10, gracias al 8-9 en la liga regular, aunque posteriormente perdió sus dos partidos en Burgos y fue eliminado en primera ronda. Ese fue también el límite en la 2010-11 empeorando el registro en liga regular (12-5) y también cediendo en los dos encuentros disputados en Santiago de Compostela frente al Obradoiro. Gustavo Aranzana se marchó con un quinto puesto en la 2012-13 (11-6 en partidos fuera de casa en liga regular y 3-3 en playoffs, venciendo en Burgos y Melilla).

La primera etapa en LEB Oro se cerró en la 2013-14 con una paradoja: de un pésimo 11-2 en la liga regular se pasó a ganar dos veces en Lugo y pasar ronda en los playoffs, aunque luego ya no hubo opción en los dos partidos disputados en Andorra.