Da miedo la visita del Cáceres Patrimonio de la Humanidad al Cafés Candelas Breogán de Lugo (20.00 horas). Miedo de recibir una derrota dura, aunque desde luego no tanto como ya lo fue la primera vuelta, un histórico 50-113 que tardará décadas en olvidarse.

Ahora las circunstancias para jugar en Lugo no son nada buenas: Ragnar Nathanaelsson, colocado en el Albacete de LEB Plata, ya no está en el equipo y su sustituto no llegará a tiempo, mientras que José Marco es baja segura con un esguince de tobillo y Zygimantas Riauka no ha entrenado en toda la semana con un terrible dolor de espalda. El lituano es duda: viajó ayer a Galicia casi milagrosamente, tumbado en el suelo del autobús.

Ñete Bohigas solamente dispone de ocho jugadores de la rotación habitual --y eso, contando al doblado Riauka-- y tendrá que echar mano de alguna u otra manera del base-escolta Edu Chacón y el ala-pívot Alberto Cano, cuya aportación hasta ahora se ha limitado a los minutos en los que los partidos estaban ya prácticamente decididos.

EL ADIÓS / Nathanaelsson ya va rumbo a Albacete con la inevitable sensación de que su arriesgada contratación no ha salido bien, por mucho que los elogios hacia él sean generalizados en el plano personal. En el Albacete Basket, una categoría por debajo --aunque tendrá ficha del filial de Primera Nacional-- intentará demostrar lo que no ha podido en el Multiusos. Sus promedios han sido de 1,7 puntos y 1,6 rebotes en apenas 7 minutos en pista. Pese a sus 2,18 de estatura, solamente ha conseguido poner dos tapones en total.

Bohigas, el responsable de su contratación, fue quien le enseñó la puerta hace unos días. «Su salida es buena para la dos partes. Mi obligación es mejorar el equipo lo máximo posible sin que eso suponga un daño para el club, mientras que él ha visto bien dar un paso atrás para encontrar más oportunidades en las que demostrar su calidad», analizó el técnico, que agradeció la predisposición de su club y del agente del jugador, Óscar González, en la negociación.

El panorama, eso sí, le ha quedado bastante sombrío para Lugo. Sin uno de los dos bases y un juego interior limitado, lo de devolver la afrenta del partido de Cáceres queda muy improbable.

«Es un partido muy complicado por todo lo que ha pasado esta semana y por la calidad del rival, que está haciendo un trabajo excelente como uno de los mejores equipos de la liga en defensa, pero que nadie piense que lo damos por perdido o que vamos allí a perder por poco. Vamos a competir, como hemos hecho en los dos últimos partidos pese a que no los hayamos ganado», comentó Bohigas, que espera «un paso adelante» de los canteranos Chacón y Cano. «Nos van a tener que ayudar», sentenció.

En sus previsiones está un partido en el que el Cáceres «intente trampear», una expresión que viene a significar en términos baloncestísticos posesiones largas y mucha carga táctica para evitar ser atropellados por la superioridad física y técnica del oponente. Como consuelo, la situación en la tabla es cómoda, muy alejados de los dos últimos puestos que significan el descenso.