Con la tranquilidad de tener los deberes hechos, pero ya sin Sergio Pérez (que ni tan siquiera ha entrenado esta semana), el Cáceres Patrimonio de la Humanidad pone ante el Chocolates Trapa Palencia (21.00 horas, horario unificado para todos los partidos) el punto y final a una difícil temporada, donde las lesiones han sido un actor principal. Ser honestos consigo mismos y con la competición es el objetivo hoy del conjunto verdinegro, que se mide a un equipo con plaza en el play off y la posibilidad de ganar una posición.

«Vamos a intentar competir de la mejor manera posible contra un equipo que en la segunda vuelta lo ha hecho muy bien», dijo ayer Ñete Bohigas, entrenador del Cáceres, que no oculta que lo más difícil esta semana ha sido «mantener la tensión». Aún así, tiene claro que todos viajarán (hoy mismo, seis horas antes del partido) con la intención de «despedirnos bien de la competición en un año sumamente difícil».

Del Palencia, Bohigas destaca el peso de los jugadores nacionales, Urko Otegui, máximo reboteador de la historia de la LEB Oro, Jordi Grimau o Andrés Miso. En las filas del conjunto palentino también está el exverdinegro Carlos Toledo. «Son jugadores que han participado en mil batallas, se les nota la tranquilidad con la que juegan, se les nota el poso de madurez», añade el preparador cacereño, que espera a un Palencia muy diferente al de la primera vuelta, «primero, y principalmente, por la dinámica ganadora que tienen».

CERCA DEL PLAY OFF / El Cáceres quiere la victoria para redondear una difícil temporada en la que a pesar de todo, recalca Bohigas, «podemos terminar muy cerca del play off, muy cerca del Valladolid, que para mí es el equipo revelación. Después de todo lo que nos ha pasado, estar las dos o tres últimas jornadas sin el agua al cuello, no nos permitirá decir que ha sido una gran temporada en cuanto a resultados, pero sí es para valorarlo». Y se deshace en elogios para sus jugadores: «Lo que sí es cierto es que en el momento decisivo, cuando todo era más complicado, se ganó a Lleida, a Araberri y a Castellón y eso ha sido una muestra grandísima por parte de los jugadores de compromiso y seriedad, de demostrar el baloncesto que tienen dentro». También resaltó el compromiso del cuerpo técnico y la «cercanía» de todo el club, «de toda esa gente que no está a la vista del público».

FUTURO / Con el fin de la temporada, regresa una cuestión cíclica en los últimos años: la continuidad de Ñete Bohigas. No ha habido contactos aún, dice el preparador («lógico») y tampoco tiene prisa. «El futuro empieza cuando terminemos en Palencia. Quiero darle toda la importancia a este partido, porque toda la gente que juega en esta jornada se juega algo y quiero ser súper respetuoso con la competición, podemos ser juez y parte». Y cuando termine el encuentro, unos días para cuestiones familiares «y la siguiente semana ya se verá».

Lo que sí tiene claro Bohigas es que quiere seguir entrenando. «A mí no hay nada que me guste más en el mundo que entrenar, y si es en mi casa, encantado». Dónde, no es algo que ahora le preocupe demasiado, dejó entrever ayer. «No sé a quién ni a qué tipo de equipo, pero seguiré entrenando, es mi vida, es mi pasión, mi ilusión».

En cuanto al futuro del club, lo ve ya muy consolidado en la categoría y muestra su deseo de que pudiera crecer, «pero no es fácil». Dar un salto hacia delante es algo «colectivo», explica Bohigas. «Son muchos estamentos quienes lo deberían dar y no solo los relacionados con el club, que también. Ojalá pudiéramos estar compitiendo con algunos presupuestos de la liga, pero hoy por hoy es imposible».