Manuel Piti Hurtado seguirá como entrenador del Cáceres 2016 la próxima campaña y así lo hará público el club en breve plazo. El técnico tendrá un objetivo claro: el ascenso a la LEB Oro, para el cual podría contar con el bloque del equipo que este año ha estado a dos pasos de conseguirlo.

Apenas 24 horas después de la eliminación en las semifinales de la final a cuatro ante el Illescas, en el Cáceres ya se ha diseñado parte del futuro. El próximo lunes habrá una reunión entre directivos y cuerpo técnico, tras la cual se ratificará el próximo plan : confeccionar, de la mano de Hurtado, un equipo potente para aspirar "no a jugar la fase de ascenso, sino pretender ascender directamente", han asegurado a El PERIODICO fuentes del propio club.

El Cáceres quiere hacer como el Akasvayu Vic, equipo que por haber sido el primero en la liga regular se ha ganado el derecho a subir directamente. "Tenemos que estar ahí, peleando por todo desde el principio, algo que podemos conseguir si corregimos algunos errores", aseguran en el club, donde no se descarta, tampoco, la compra de una plaza en LEB Oro (la que dejará Huelva sigue en pie).

La lectura que se hace, pese a la decepción que ha supuesto no ascender, sigue siendo muy positiva. "Era el año de recuperar el baloncesto para la ciudad, para después intentar metas mayores". Y esto ya se ha fijado para la temporada 2008-2009. Piti Hurtado será el ejecutor, y su segundo seguirá siendo Mario Segalás.

DOS FIJOS A la espera del propio informe de Hurtado, se pretende que el bloque de este año tenga continuación en el próximo. Harper Williams, renovado, y Juan Sanguino, con contrato, son fijos. Habrá distintas prioridades: Sam Jones, por su capacidad de liderazgo y su implicación, y Luis Felipe Gruber, un jugador que ya había expresado su intención de seguir en Cáceres, sobre todo si era en LEB Oro, pero que ya tiene ofertas de esta misma categoría para dar el salto. Su calidad avala la opción.

Con Kelvin El Pollito Peña también habría posibilidades de renovación, aunque todo pasa por el mercado, en el que su gran temporada como escolta no ha pasado inadvertida.

Quien ha ganado enteros en los últimos dos meses para continuar ha sido José María Panadero. El alero ha sido clave en el gran final y, aunque despertó dudas en una parte de la temporada, todo hace indicar que seguirá. Ese es, al menos, su deseo. Panadero tiene ya una deuda pendiente: ser definitivo, algo que no pudo hacer el viernes por el codazo del pívot del Illescas Charquero. Su baja pudo ser determinante, teniendo en cuenta su estado de forma. El resto de jugadores es una incógnita, empezando por el base Ricardo Busciglio, sorpresa agradable de la segunda parte de la Liga.