Dice el refranero popular que la mancha de mora con otra se quita. Al Calamonte le tocaba resarcirse del varapalo anterior contra el Azuaga con un triunfo ante uno de los gallos de la categoría, el Jerez, que ayer hincó el pico y todas las plumas ante la seriedad y aplomo de los de Juampe Sánchez (1-0).

Sin gas ni burbujas en el saludo inaugural, ambas naves se dedicaron a tocar la bola y a mirar mucho a los ojos y músculos de su rival en medio de un ambiente arbitral que no se sabe las razones esgrimidas pero raro es el día que muestran una labor ecuánime lejos de empujar al cuadro foráneo.

El mago Vilorta ponía por enésimo día la letra y la música como primer aviso local, pero no hallaba la testa de un ayer bregador Caldera en el minuto 8. Bernabé no tardó en arrancar la moto en la línea divisoria. Servía sobre la llegada de Enrique, pero el remate era escupido por la zaga verdinegra. En los templarios, Juan Germán era la única luz de un faro que ayer fue un pobre y tenue candil con apenas brillo. Suyo fue el mejor remate y opción de los de Vázquez Bermejo, pero volaba Miguel y todo quedó en un susto, en el minuto 31, justo en el ecuador del primer tiempo. Gordo, sí, pero fugaz. Un disparo cruzado de Miguel Pérez a ocho del campanazo intermedio fue la última acción foránea del primer acto antes de un tsunami del acorazado Juanfe desde 25 metros que despejó con temblores de manos pero de manera acertada Álex.

Los de Sánchez saltaron con las ideas claras de la caseta. Un gol inmediato y a no dejar ni respirar al contrario o al menos meterle tal susto en las entrañas que no tuviese alma ni botas para enmendar los males cosechados. Así fue. Avisaba el mago Vilorta en un tiro desde la frontal que se perdía en un saque desde la esquina y en la siguiente acción, un pase desde la izquierda de Caldera lo ejecutaba tras un tango a la media vuelta Ñoño para firmar el delirio en la grada y el 1-0 que sentenció el choque.

Los templarios recriminarían un flagrante acoso y derribo de Juan Germán cinco minutos después, pero el señor colegiado en una de los pocos ‘favores’ al Calamonte indultó la posible pena letal.

Entraba Perico que alentó a los suyos y sacó las vergüenzas templarias en alguna ocasión pero la zaga estuvo firme y rocosa. El tiempo volaba y el mago Vilorta intentó la magia y precisión eólica desde 35 metros al ver fuera de su portal al meta Álex, pero solo puso el miedo en la grada. Sobre la bocina final, el tanque Juanfe recogía un buen pase del mago pero su furia y vatios en el remate envió al cielo el cuero y el colegiado decretaba el fin.

calamonte 1

jerez 0

3Gol: 1-0: minuto 51, Ñoño.

3Árbitro: Menacho Gómez. Por el Calamonte, amarilla a Saúl y Vilorta; y por el Jerez, a Barrero.

3Estadio: Municipal.

3Espectadores: 600.

3Calamonte: Miguel López; Villegas, Ñoño, Diego, Saúl, Juanfe, Bernabé (Perico, minuto 69), Enrique (Pity, minuto 46), Caldera (Juanfra, minuto 77), Écija y Vilorta.

3Jerez: Álex; Pedro Oliva, Pablo, Ferreinrinha; Barrero, Toboso, Miguel Pérez, Chema, Juan Germán y Parri (Juampe, minuto 68).