Tras el tornado Santi Amaro que arrasó gran parte de la ilusión de la parroquia blanca, el Calamonte vuelve a cimentar su juego y sus posibilidades en el talento de la casa. Calidad rabua. Con el fichaje de Juanan Sancho y de Juan Peñato, el equipo blanco podría repetir el once de su regreso a Tercera División, con el que enamoró a media Extremadura.

Con el adiós de Amaro llegó Alberto Ortiz, un técnico sin experiencia en Tercera pero con muchas ganas. «La ilusión es nuestra primera seña de identidad. Es cierto que no tengo experiencia en Tercera, pero llevo bastante tiempo trabajando en la dirección deportiva y no creo que haya problemas. Hay que trabajar y trabajar», explica el preparador.

No es casualidad la llegada de Alberto Ortiz. Ya coincidió en categorías inferiores con gran parte del núcleo duro del Calamonte. «El equipo lleva tres años consolidado en la categoría y esos futbolistas pueden ser más competitivos. Le podemos sacar mucho jugo para beneficio del equipo, que es lo que importa», aseguró el nuevo preparador blanco.

Realmente, la ilusión se despierta por las ganas de reivindicación de la plantilla, que tras un año dubitativo quieren volver a dar guerra en Tercera. El Calamonte ha incorporado a José Fuentes, Carlos Rivero ‘Pildo’, Juanan Sancho, Juan Peñato, Eloy Fernández, Jorge Caballero y ha subido del juvenil al portero Israel Solís. El «grueso de la plantilla», como confiesa Ortiz, es el de temporadas pasadas.

«Hemos contactado individualmente con cada futbolista y las sensaciones son muy buenas. Nos transmiten muchísima ilusión. Los fichajes nos van a dar un plus, pero hay que mantener los pies en el suelo. El objetivo es competir en todos los partidos y eso comienza en el día a día», se muestra prudente el nuevo inquilino del banquillo calamonteño.

Pizarra y juego

El equipo rabuo lleva un lustro usando el mismo sistema que tan buenos resultados ha dado. Con el nuevo técnico, tocará desempolvar la pizarra. «Nos importa ganar pero también el cómo, queremos ser protagonistas con el balón. Tocaremos varios sistemas, no creo en uno exclusivo, debemos adaptar las características de cada jugador al beneficio colectivo», confiesa Ortiz. La pretemporada blanca arrancará el 16 de julio.

Cada detalle cuenta y Alberto Ortiz no llega solo al Calamonte. Agustín Izquierdo seguirá siendo el segundo entrenador del equipo blanco y en la parcela física llega Toni Marín. Y la plantilla no está cerrada. «Estamos pendientes de dos o tres jugadores, solo faltan sus respuestas. Buscamos futbolistas que puedan jugar en varias posiciones», avanza el técnico.

Sin metas ni techo. «Vamos a tener los pies en el suelo, el lema es ir partido a partido. Vamos a trabajar para ser competitivos en todos los campos y ante todos los contrarios. La gente debe ilusionarse, pero hay que tener claro el objetivo», revela Ortiz. Un proyecto que vuelve a apoyarse en la ‘Denominación de Origen Rabua’.