A estas alturas de año, José Manuel Calderón suele estar en Toronto, iniciando la pretemporada de la NBA. Pero donde está ahora es en Extremadura debido al cierre patronal que, de momento, ha cancelado las dos primeras semanas de actividad y amenaza con retrasar o incluso cancelar la temporada entera. Esta situación no le es, desde luego, ajena al base de Villanueva de la Serena, que confesó ayer, en un acto publicitario en Cáceres, que ya ha recibido propuestas para jugar en España y Europa, pero que no las aceptará a no ser que la liga norteamericana no se dispute en el caso de que no haya acuerdo entre propietarios y jugadores.

Calderón lució a gusto promocionando su primer año de acuerdo con DKV, la empresa de seguros de salud. Habló de todo con fluidez y no se mostró preocupado por la situación que se le plantea. Mientras que la NBA esté cerrada, no cobra su salario y se le plantea la disyuntiva de volver a pisar, aunque sea temporalmente, el baloncesto europeo. Su decisión ha sido esperar hasta enero, cuando, si no hay entendimiento posible, se sepa si se suprime la temporada entera.

De momento, se marchará desde Villanueva a Barcelona para entrenar con su preparador físico "para estar a tope cuando todo esté solucionado". "Este fin de semana hay reuniones y será importante para saber cómo va la cosa", avanzó.

Según dijo, no seguirá el camino de Rudy Fernández, que ha firmado temporalmente con el Real Madrid a pesar de tener contrato con Dallas Mavericks. "Estoy muy contento por él. Viene a un gran equipo y va a ser un jugador importante", indicó Calderón.

Para él, "lo ideal sería estar ya jugando. Lo único bueno es que tengo unos días más de descanso, pero lo lógico es estar ya en la cancha trabajando con los demás".

EL ORO DE LITUANIA

Las zozobras laborales las compensa ampliamente con la alegría vivida con España en el último Eurobasket. En su regreso a la selección tras dos años de ausencia consiguió el oro. "Estamos muy contentos por cómo ha salido todo. Teníamos confianza, sabíamos lo que podíamos dar, qué teníamos que hacer. Todo salió bien. Hemos estado tranquilos, pasando los malos momentos. Lo importante era llegar bien a los tres últimos días y así fue", analizó.

Restó además importancia a la lesión que sufrió en el transcurso del campeonato, cuando un jugador de Eslovenia se le cayó encima en cuartos de final. "Un esguince tendría que ser muy fuerte para que no me dejase estar en los siguientes partidos", afirmó sonriendo.

El villanovense descartó por completo que el ciclo de la actual generación de la selección esté terminando. "Hay gente joven como Rudy, Ricky Rubio o Marc Gasol. El tiempo dirá cuándo se acaba el ciclo, pero nosotros seguimos disfrutando jugando a baloncesto. Los de mi edad no hemos hablado de dejarlo. Seguimos con esa ilusión de ganar cosas y competir que creo que nos hace diferentes", respondió.

En el horizonte aparece Londres-2012, una cita que no quiere perderse. "Es que para mí, estar en la selección es lo más grande", destacó. Y su mirada no para en la capital británica. España acogerá el Mundial del 2014, cuando ya tenga 33 años. "¿Por qué no? Falta mucho para eso. Pensar a largo plazo no tiene sentido muchas veces", agregó.

¿Disfrutó más Calderón con el oro de Lituania por el hecho de estar en un equipo que en las últimas temporadas ha sido perdedor en la NBA? "A no perder nunca te acostumbras. Cuando pasas mucho tiempo en un club de allí, puede pasarte esto. Se nos han ido varias estrellas y nos está costando reconstruir desde cero. Ganar siempre sabe igual de bien, pero este triunfo un poco mejor porque no pude jugar en el del Eurobasket de Polonia del 2009, lo viví desde fuera. Estuve con La Sexta, pero no es lo mismo. Quizás tenía una motivación extra", explicó.

Calderón consideró "clave" el "dominio que tuvieron nuestros pívots sobre los rivales" y consideró "especial" la incorporación de Serge Ibaka. "Era como un niño pequeño, ha disfrutado cada día. Se le ha visto una ilusión tremenda", añadió.