José Manuel Calderón vive probablemente sus peores días desde que llegó a la NBA hace casi cinco años. El base villanovense de los Toronto Raptors fue abucheado por su propio público el miércoles por la noche, en pleno partido ante Boston Celtics (nueva derrota por 104-115). En el primer cuarto, y con el marcador igualado, el jugador extremeño lanzó un triple que no dio aro y recibió los silbidos de la afición canadiense, lo cual le disgustó notablemente, como expresó al final del choque.

"Me lo tomé como algo personal porque he dado mucho por este equipo y es una situación dura. Intentamos ganar para estar en los ´playoffs´, y es duro para mí", comentó Calderón, que estuvo acertado en la distribución de balón (9 asistencias), pero no en la anotación (4 puntos) en los 25 minutos que estuvo sobre la pista.

A los Raptors se les está poniendo oscura la situación con un balance de 38 victorias y 40 derrotas. Mantienen una exigua ventaja sobre Chicago Bulls en la lucha por el octavo puesto en la Conferencia Este. Además, sus dos principales estrellas están de baja por problemas similares. Chris Bosh --cuya continuidad en el equipo se da por descartada-- tiene desviado el tabique nasal y una fractura en un hueso de la cara, mientras que el turco Hedo Turkoglu se rompió la nariz en el encuentro ante Boston.

"Cuando decimos que tenemos que estar juntos, tiene que ser de verdad. Todos queremos estar en los ´playoffs´. Si fallamos un tiro y la gente no está con nosotros, se hace complicado jugar. Es muy duro", añadió Calderón, que, arrastrando varias pequeñas lesiones, ha empeorado sus números esta temporada y debe compartir el protagonismo en la dirección de juego con Jarrett Jack.

En todo caso, aunque Toronto se meta en los playoffs su futuro en la competición se intuye escaso, ya que se medirá al mejor equipo de la NBA ahora, Cleveland Cavaliers.