A José Manuel Calderón le gusta Cáceres. En el Multiusos, allá por el año 2000, se marcó un partidazo cuando jugaba en el Alicante con su gente de Villanueva de la Serena en la grada. Tenía 19 años y era, simplemente , una promesa del Alicante. La vida le ha dado unas cuantas vueltas desde entonces y ahora es uno de los bases más cotizados de la NBA. Ayer era la persona más famosa que presenció el Cáceres-Illescas.

Y eso que mantiene su alergia a la notoriedad y al divismo. Seguramente se hizo más de cien fotos con aficionados --entre los que se incluyen directivos del propio Cáceres 2016--, que o bien con sus móviles o bien con sus cámaras digitales se lo pedían.

Sentado en la primera fila del palco, al lado de José Manuel Sánchez, presidente del Cáceres 2016, siguió con atención el encuentro de los anfitriones, con los que dijo el día anterior que iba inequívocamente, principalmente porque se siente muy extremeño.

Calderón estuvo hablando con su representante, Paco López --el mismo que lleva los asuntos de José María Panadero y Luis Felipe Gruber-- y con el presidente de la Federación Extremeña, Jesús Luis Blanco. "Ha sido una pena", indicó, mostrando su confianza en que el baloncesto regional tendrá pronto un representante en categorías superiores a la LEB Plata. Pronto, el 20 de julio, volverá a Cáceres, ya supuestamente con su nuevo contrato --en los Raptors o no-- solucionado.