La situación recordó enormemente a la que se produjo en la histórica semifinal del Mundial de Japón entre España y Argentina. Como en aquella ocasión vistiendo la camiseta roja, el base extremeño José Manuel Calderón anotó un tiro libre y falló el otro, poniendo a su equipo, los Toronto Raptors, dos puntos por encima a falta de cinco segundos. Aquel día fue Andrés Nocioni el que falló el triple del rival y en la noche del miércoles el error desde más allá de la línea fue de Andre Iguodala, de los Philadelphia Sixers. El 106-104 no se movió y el equipo canadiense de la NBA se anotó su segunda victoria en otra meritoria noche del jugador de Villanueva de la Serena.

CONFIANZACalderón dispuso de mayor confianza por parte de su entrenador, Sam Mitchell, que le concedió 18 minutos en pista y, además, la responsabilidad de recibir una falta cuando los Sixers intentaban desesperadamente remontar el partido en los segundos finales. Hubo opciones de que la remontada se hiciera efectiva, sobre todo si el base extremeño cometía el error de ver el aro más pequeño debido a la presión y la responsabilidad que suponía amarrar el triunfo en el último suspiro del encuentro. Al español no le tembló el pulso en el primer tiro, pero sí en el segundo, lo que dejó el choque a merced de lo que ocurriese en el último ataque.

Siete puntos, tres rebotes y cuatro asistencias, con 3/7 en tiros de dos y 1/2 en libres. Números que quizás no expresen lo positivo de su aportación al equipo, que, como va siendo habitual, se mueve en otros parámetros que los del base titular, TJ Ford. Este es más explosivo y arriesgado. La grada agradeció el trabajo de Calderón cuando fue sustituido a falta de seis minutos para el final y había guiado con mano templada a unos Raptors cuyo balance es de dos victorias y dos derrotas. Hace un año a estas alturas habían perdido sus cuatro encuentros.

Al otro español de Toronto, Jorge Garbajosa, siguen sin entrarle los tiros (0/3 en triples para 5 puntos y 3 rebotes en 22 minutos) y además no pudo acabar el partido por una brecha en la frente. Necesita aún adaptarse y encontrar la compenetración con sus nuevos compañeros. El héroe fue el ídolo local, Chris Bosh, que, con 29 puntos, 14 rebotes y dos triples claves en el último cuarto, contrarrestó la aportación del anotador Allen Iverson (35 puntos).

Tiro igual los tiros libres en el primer cuarto que en el último. Para mí es lo mismo. En esa situación no piensas en nada. Sólo en meterlos", afirmaba Calderón tras el encuentro. Estaba "satisfecho" de su actuación, aunque advertía que aún es pronto para evaluar las posibilidades de su equipo esta temporada. "Es importante ir ganando partidos. Ya veremos cómo avanza la temporada", agregó, sorprendido por la similitud de la situación del partido ante los Sixers y el de Argentina. "Lo importante es que el tiro libre ha servido para ganar el partido", remarcó. En la NBA no hay mucho tiempo para celebraciones: los Raptors vuelven a jugar esta noche. En este caso lo hacen en casa ante los Atlanta Hawks antes de iniciar una larga gira por el Oeste.