Los clubs extremeños han recibido la confirmación de que el sistema de la fase de ascenso a Segunda B ha variado. Como era tradición, los equipos del grupo XIV no tendrán que enfrentarse obligatoriamente a rivales procedentes de Andalucía Oriental y Occidental y Castilla-La Mancha, sino que entrarán en el sorteo contra los de las demás comunidades autónomas. La variación es sutil, pero importante, ya que sí continúa el sistema de eliminatorias, por lo que el que termine primero se medirá a un cuarto y los segundos a los terceros en la primera de las dos rondas. El panorama varía en cuanto a que los extremeños ya tienen muchas posibilidades de evitar los difíciles oponentes andaluces, que además de con ambientes entusiastas a favor, cuentan con presupuestos más altos a menudo. Ahora el abanico se amplía, aunque ésta puede ser un arma de doble filo. Teóricamente clubs catalanes, madrileños, valencianos o vascos pueden resultar muy complicados, pero también puede tocar en suerte otros de grupos sin demasiado nivel como los de La Rioja o Navarra. Otro aspecto negativo es que los desplazamientos pueden ser más largos y costosos.