A estas alturas de año, los problemas de cobro en los distintos clubs importantes de la geografía autonómica suelen ser habituales. Las distintas instituciones son ´señaladas´ como culpables por el retraso en el pago de las subvenciones, a su vez germen de los desajustes económicos. La historia es cíclica. Este año, el problema más acuciante lo está protagonizando el Forma Cáceres de fútbol sala. Conozco hace muchos años a su presidente, Fermín Naranjo, una persona empeñada en que el histórico club vuelva a reverdecer laureles en la máxima división de este deporte. A Naranjo le ha ocurrido lo que nunca podía imaginar: su patrocinador responde, sí, pero en el ayuntamiento cacereño están tardando más de lo que esperaba para liberar las ayudas. Los jugadores no cobran, aunque esta semana, si no hay problemas de última hora, podrán hacerlo. Pero no se puede estar siempre con las mismas penurias. El cambio de siglas no es el maná. ¿Verdad, Fermín?