El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol anunció ayer una sanción de 4.000 euros al Barcelona por los incidentes del público en el Camp Nou del 23 de noviembre de 2002 contra el Real Madrid, en el que, entre otros objetos, cayó una cabeza de cochinillo al césped. Luis Figo fue el protagonista de las iras locales.

El Barcelona, que acudió a la justicia ordinaria, fue en un principio sancionado con la clausura de dos partidos del estadio, aunque una resolución posterior de la Federación modificó el artículo 118 encaminado a sustituir por sanciones económicas los cierres de estadios.

El Comité aplica ahora esta sanción, la máxima permitida, en base de la nueva redacción del artículo 118 de los Estatutos de la RFEF, aprobado por la Asamblea de 2003 a propuesta de la Liga de Fútbol Profesional, en la que no se contempla el cierre de instalaciones.