El Real Madrid, rey de Europa con doce título conquistados y los dos últimos de forma consecutiva, inicia un nuevo camino a la historia con el reto de ser el primer club que firma tres éxitos seguidos, con un estreno a priori plácido en el Beranbéu para cambiar su mala dinámica liguera, ante el Apoel.

Dos empates del Real Madrid en LaLiga Santander, seguidos y ambos además en el Santiago Bernabéu, frenaron la euforia del madridismo y el sentimiento de imbatible que se respiraba tras la conquista de las dos Supercopas en verano. Valencia primero y un recién ascendido como el Levante tras el parón de selecciones, han bajado a la tierra al equipo de Zinedine Zidane.

En un bache inesperado y tempranero, las rotaciones masivas de Zidane, el juego y la ausencia de un refuerzo en la zona del 9 tras la marcha de Álvaro Morata y Mariano centran el debate. Zidane lo encara manteniendo firme la idea de rotar para hacer a todos sus jugadores partícipes en una larga temporada y con la seguridad de una rápida reacción.

El regreso de Cristiano Ronaldo ayuda. Ante la falta de pegada, con 40 remates y solo dos goles en sus dos últimos partidos, el Real Madrid recupera a su gran referente.

Isco Alarcón y Gareth Bale completarán el tridente ofensivo, con Marco Asensio seria duda por un grano a causa de un pelo infectado en una zona de la pierna que le molesta.

Los cambios en el once madridista se completarán con el regreso de Keylor Navas a la portería, de Raphael Varane recuperado al centro de la defensa y Mariano con Luka Modric al centro del campo tras las rotaciones fallidas ante el Levante.