En su camino al Abierto Británico, Jorge Campillo no se da un segundo de descanso. El cacereño, que en el primer torneo grande del golf de su carrera espera «estar a la altura», disputa desde hoy el Open de Escocia, el último test antes de aterrizar en Carnoustie, también en tierras escocesas, sede que este año acoge el torneo de golf más antiguo. Eso será del 19 al 22.

Llega a Escocia con una gran carta de presentación: el tercer puesto en el Abierto de Irlanda, conseguido tras una última vuelta de escándalo. «Para mí fue un día memorable», recuerda el protagonista. Los 65 golpes del domingo pasado fueron no solo la mejor tarjeta de la jornada, también del torneo. «Los primeros nueve hoyos jugué como un reloj, la vuelta perfecta. En los siguientes no estuve mal, pero cometí algunos errores tontos», reconoce.

Se quedó a las puertas de un triunfo que se le resiste. Y van ya varias ocasiones esta temporada. «En estos últimos años nunca he sentido que estuviera lejos [la victoria], pero cierto es que se está resistiendo», reconoce. «Espero que llegue más pronto que tarde; si no, seguir haciendo top cinco no es mal resultado tampoco».

El tercer puesto de Irlanda le ha permitido meterse en el top ten de la Race to Dubai, la orden del mérito del Circuito Europeo. Los 60 primeros disputarán a final de año el Campeonato Mundial de Dubai, cita que ya conoce Campillo. También ha escalado el cacereño hasta el puesto 73 en el ranking mundial del golf. Una gran carta de presentación para el British. «Sin duda», dice él, que con su prudencia habitual recuerda que «en cada torneo todos empezamos de cero y nunca sabes lo que pueda pasar».

De momento no quiere pensar demasiado en ese primer major. Tiene ganas de que llegue, no lo oculta, pero antes quiere aprovechar el impulso de Irlanda para hacerlo bien en el Open de Escocia y, por qué no, conseguir su primera victoria en el circuito profesional.