Dos días después de que la afición del Cacereño pidiera el inmediato cese del entrenador, Ismael Díaz, el presidente verde, Félix Campo, defiende con claridad la figura del asturiano y asegura que "el único culpable de la situación deportiva del club soy yo porque he confiado en él y en los jugadores y voy a seguir haciéndolo hasta el final".

En declaraciones a EL PERIODICO EXTREMADURA desde la sede de su grupo empresarial en Salamanca, el presidente verde afirma que mantendrá al entrenador "hasta que cumpla su contrato", y no sólo esta temporada, sino las dos que tiene firmadas e incluso otras dos que le ha ofertado, pase lo que pase en el futuro. "Ha demostrado que es un tío que mira por el club y no por él, ya que hasta incluso ha rechazado fichar a jugadores que son amigos suyos", asegura el presidente.

El empresario salmantino recuerda que en el año 2000 tomó la decisión de despedir a Eduardo Caturla cuando el equipo no estaba tan mal situado en la tabla como actualmente "y muchas veces he pensado que si no lo cesamos nos hubiéramos salvado. Este año he apostado por Ismael y estaré con él hasta el final. Confío en él, no corre peligro y yo tengo las espaldas anchas. Está claro que nunca me ha temblado el pulso".

El presidente verde asegura que "confío mucho en el equipo, hemos tenido mucha mala suerte, pero creo que ganaremos un par de partidos seguidos y no vamos a descender". Campo elude hablar de dos palabras malditas: Tercera División. "He hablado con el entrenador y me ha vuelto a decir que esto lo vamos a sacar adelante. Por eso, puede ser perjudicial echarle. Espero que la racha cambie".

Si hay algún atisbo de reproche sobre el propio Ismael Díaz, manifiesta Campo que se preocupa demasiado por lo que pasa alrededor. "Yo le he dicho muchas veces que no se obsesione y que esté con lo suyo; si yo mismo tengo que preocuparme por lo que se ha dicho de mí...".

Según Campo, "la plantilla está con el entrenador". El presidente añade que el presupuesto con el que se ha confeccionado el plantel es menor al del pasado año. "El equipo es más económico, ya que hay que ajustar los gastos a los ingresos", asegura, para decir después que el Cacereño "económicamente está muy bien y no debe nada".

ENRIQUE Cuestionado sobre una posible inoportunidad de la salida de Enrique, que se fue en el mercado de invierno al Cádiz, respondió: "Tenía una cláusula de rescisión y se hicieron cargo de ella, y ya está", dijo, para añadir después que el extremo de Azuaga no estaba realizando, en general, una buena temporada.

Félix Campo se lamentó del hecho de que el equipo no pueda fichar ya con vistas a reforzarse de cara al duro final liguero, pese a que vaya a haber algunos jugadores que no podrán participar en el tramo final, y además en el momento decisivo. "Hemos tenido mala suerte ahí también con las lesiones de Marcos Gallego y Morgado, y además también con la de Santi, que podía ser uno de los delanteros", asumió, para reconocer que el equipo está falto de efectivos en el apartado ofensivo.

"Mientras hay vida hay esperanza", recalca Campo, quien dijo "respetar" al público en su bronca del domingo, fundamentalmente dirigida al entrenador. "Está claro que la racha es preocupante. Espero que la gente tenga paciencia y que esté con el equipo, que aún hay tiempo. Yo, al menos, no me asusto con ello y vería normal que me criticasen a mí", dijo. Aun así, recordó que "soy yo el que se juega el dinero", ya que es el máximo accionista de la sociedad anónima deportiva verde.