Casi todos estaban situados en uno de los fondos del impresionante pabellón Príncipe Felipe. Portaban pancartas como La Canchalera (por la Virgen del Puerto) saluda a La Pilarica o Plasencia, la peña +Kaña saluda a la afición mañana y la mayoría ataviados con camiseta verde y bufunda.

Fue la gran fiesta del baloncesto placentino en Zaragoza, que tuvo incluso un final feliz con la confraternización con los seguidores de La Palma, con quienes se fundieron en un saludo afectuoso al final del coche. Los aproximadamente 600 placentinos presentes gritaron durante todo el partido los clásicos Sencia, Sencia o Ambroz, Ambroz , aludiendo al nombre antiguo del club y jaleando a los jugadores, uno por uno, cuando eran protagonistas estelares de las acciones. La ovación final fue atronadora, de gala, que están escribiendo una nota de oro para el deporte placentino en particular y el extremeño en general.

Y en medio de toda esta euforia, el entrenador placentino, Dani García. En la rueda de posterior al choque, dijo que el partido había sido dominado claramente por el Plasencia, "a pesar de que hemos tenido mucho respeto hacia el rival, que ya nos ganó en casa".

El cántabro aseguró que su equipo tendrá opciones en la final de hoy, ya que, dijo antes de conocer el oponente, que "sea el que sea, los dos tienen mucha entidad". El técnico agradeció a la afición placentina y recordó que parecía que, por momento, el partido se disputaba en el Ciudad de Plasencia.

Mientras, Rafa Sanz, técnico de La Palma, reconoció que el Plasencia había sido muy superior, al tiempo que recordó que los extremeños son líderes.