El Cacereño vuelve a acercarse a su peor momento deportivo y el caos vuelve a instalarse en la entidad. La crisis de resultados deportivos --cuatro puntos logrados de los últimos veintisiete en juego-- ha venido a unirse a la convulsión que se vive en el día a día del club. Al técnico, Fran Nacarino, no se le cuestionaba hace escasas jornadas, prueba evidente de la apatía por la parcela deportiva de los dirigentes del club, Félix Campo y su hijo, Félix Campo Alonso. A las expulsiones de jugadores y técnico, con la consecuente mala imagen, se unen ahora las desavenencias entre el director deportivo, Pedro Rossi, que podría marcharse en breve, y el propio técnico, ya sobradamente conocidas aunque se tapaban desde ambas partes. Baste un detalle: el club olvidó el minuto de silencio por el doctor Ramos Guija el pasado domingo y este se hizo en el descanso.