A un coleccionista de Ligas como Fabio Capello (tiene cuatro con el Milan, una con el Roma, una con el Madrid y la última con la Juventus) no le resulta extraño verse en lo más alto del podio. Pero en un campeonato tan competitivo como el italiano es sorprendente ver a un líder con ocho puntos de ventaja a tan poco para el final de la primera vuelta. La Juventus apenas ha mostrado fisuras. Sólo se ha dejado cinco puntos en el camino: una derrota en San Siro (3-1) y un empate en casa del Lazio (1-1). Sus nueve partidos en Turín acabaron con victoria. Su dominio es irrefutable.

El técnico italiano ha construido un bloque muy sólido en todas las líneas, fundamentado en la fortaleza de su centro del campo, en el que destacan los pivotes Vieira y Emerson. El bloque blanquinegro sólo ha encajado nueve tantos y mantiene su clásica eficacia en el ataque. Aunque Ibrahimovic no está tan acertado como la pasada temporada (sólo lleva tres goles en la Liga), Trezeguet ha recuperado su mejor nivel y es el principal rival de Luca Toni para conquistar el Pichichi.

Capello, de vacaciones en Marbella, es ambicioso: "Estamos haciendo una bella temporada, pero la hora de la verdad llegará después de las Navidades. Tenemos potencial para mantener el nivel y ganarlo todo".