El Extremadura CAR Cáceres vuelve a entrenar en El Cuartillo. El pasado por fin, se ha autorizado a realizar entrenamientos en el campo de rugby habitual del club extremeño de División de Honor B.

El propio club se congratuló ayer de la noticia. «Recordamos que desde que se inició la campaña, incluso los entrenos de pretemporada, el CAR ha realizado las sesiones preparatorias en la Ciudad Deportiva de Cáceres por la imposibilidad de acceder al campo de rugby de lunes a viernes debido a las obras que se estaban realizando en el complejo deportivo. Queremos agradecer a la Dirección General de Deportes las facilidades que nos dio para hacer uso de las instalaciones de la Ciudad Deportiva, así como al personal de las mismas. Nos llevamos buenos recuerdos y nuevas amistades de otros deportistas con los que hemos compartido campo y pistas».

Para Mariano Amaro, capitán del CAR, el bajar a entrenar de nuevo a El Cuartillo llega en el mejor momento. «Ante la situación actual con numerosas bajas por lesiones o estudios necesitabamos un revulsivo. Elos nos hará más fuertes para afrontar la siguiente jornada ante Arquitectura. Ojalá seamos capaces de crear el mismo clima, junto a la grada, que se vivió en el último partido antes del parón navideño frente al Liceo. Pondremos todo de nuestra parte para no defraudar a nuestros seguidores».

Martín Rojo, entrenador, analiza la situación y la última derrota en Marbella, “Somos conscientes de que estamos en un momento de bajón físico que junto con la ausencia de jugadores importantes por lesiones y exámenes nos ha hecho bajar el rendimiento. A pesar de ello, en el último partido ya se vio una franca mejoría que nos hizo reencontrarnos con nuestro juego y dominar el partido casi todo el encuentro, pero volvimos a acusar el cansancio en los minutos finales. Esto, unido a las múltiples indisciplinas, hizo que cometiéramos muchos golpes de castigo, dando oportunidad a su excelente pateador de poner el partido de cara a sus intereses. Para la próxima jornada espero que el físico nos vuelva a aguantar 80 minutos y aunque todavía tenemos muchas bajas sensibles la amplitud de banquillo nos hace afrontar este compromiso con garantías», dice el técnico, que ve el horizonte con este optimismo.