No hay nada firmado y queda aún mucho por hablar, e incluso discutir, pero el Al-Qazeres 2016-2017 ya tiene bases sobre las que cimentar su vuelta a la Liga Femenina, consumada con brillantez el domingo. Apenas unas horas después de conseguirse el objetivo, ya se piensa en que no cometer los errores de entonces será clave, y sobre ello hay una premisa: no equivocarse en la elección de las jugadoras extranjeras, lo que que en su día se señaló con principal causa del descenso de categoría.

Otra premisa fundamental de la nueva temporada será que se doblará el presupuesto por razones obvias: de los 120.000 euros de esta campaña se pasará a al menos los 250.000, una cantidad muy similar a la de la anterior experiencia en la élite.

En lo estricamente deportivo, no habrá grandes sorpresas. Virtualmente, la primera decisión ya está tomada. La más importante, la continuidad o no de Jacinto Carbajal, ya se da por hecha, según contrastó ayer este diario. El será, de nuevo, el pilar sobre el que se asiente el proyecto. El entrenador de la casa continuará al frente, salvo una sorpresa que nadie espera, en el banquillo extremeño. Evidentemente, los excelentes resultados están a la vista y el técnico tampoco lo duda: también él tiene su particular espina clavada de la temporada 2014-2015. Y quiere quitársela. Tendrá su oportunidad para hacerlo. Con él seguirá Jesús Sánchez si él así lo desea. El papel del ayudante en el equipo este año ha sido capital. Así lo han reconocido el propio Carbajal y las baloncestistas.

El Al-Qazeres seguirá siendo un club con filosofía basada en la cantera, sobre la que existe incluso un fructífero acuerdo de colaboración con el ADC. En la pura élite competitiva, las jugadoras que han participado en el glorioso logro seguirán en la entidad, con las jóvenes reclamando y teniendo, a priori, al menos un cierto protagonismo.

DE LA CASA Otro detalle: las dos lesionadas de gravedad, Mariona Martín y María Romero, ya tienen el compromiso de su continuidad en el club extremeño, al igual que las baloncestistas consideradas ya de la casa como Miriam García, Marina Díaz o Silvia Romero, y por supuesto la capitana, la base Elena Corrales.

Durante las próximas semanas se tratará también si siguen jugadoras fundamentales en este año, como la alero catalana Vero Sánchez o la base portuguesa Carla Nascimento. Ambas ya estuvieron hace dos años y pueden repetir experiencia.

Lo realmente complicado será firmar a las extranjeras, con las que se marró hace dos años. Puede continuar la MVP de la fase, la pívot estadounidense Julie Forster, y tampoco está descartada la escolta Tamara Taylor. De momento, sí volverá a Angola la mozambiqueña Leia Dongue, que tiene contrato con el Primero de Mayo de este país, con el que iniciará la competición próximamente. Sin embargo, la idea de Dongue, determinante en la fase, es volver a Europa. Y en Cáceres ha estado muy cómoda y mostrando gran talento.